Guía para el cultivo del hongo comestible Pleurotus spp. utilizando ichu (Jarava ichu) como sustrato

Abstract

El INIA, a través de la Dirección de Supervisión y Monitoreo en las Estaciones Experimentales Agrarias (DSME), viene ejecutando el proyecto de inversión “Mejoramiento de los servicios de investigación y transferencia tecnológica en el manejo y recuperación de suelos agrícolas degradados y aguas para riego en la pequeña y mediana agricultura en los departamentos de Lima, Áncash, San Martín, Cajamarca, Lambayeque, Junín, Ayacucho, Arequipa, Puno y Ucayali”, con CUI N° 2487112, el cual tiene como uno de sus objetivos evaluar alternativas tecnológicas para el manejo de suelos y agua en la producción agrícola. Una de las actividades económicas de las zonas altoandinas es la ganadería, la cual depende directamente del aprovechamiento de los recursos naturales. Por ello, la conservación de los pastizales naturales, entre ellos los de ichu (Jarava ichu) es imprescindible para la sostenibilidad de esta actividad. Sin embargo, la quema tradicional del ichu es una actividad realizada para regenerar pasto y abrir nuevas áreas de cultivo, con un impacto negativo sobre el medio ambiente. Ante esta situación, el INIA viene trabajando de manera colaborativa con el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) en acciones para impulsar la economía de las comunidades rurales y evitar malas prácticas en los pastizales altoandinos de ichu. En ese sentido, se propone utilizar el ichu como sustrato para la producción de hongos comestibles (Pleurotus spp.), como una alternativa ecológica para el aprovechamiento de este recurso. La Guía para el cultivo de hongo comestible Pleurotus spp. utilizando ichu (Jarava ichu) como sustrato proporciona información sobre la biología del hongo, las características del sustrato y los insumos requeridos, además de una metodología detallada que abarca la preparación, sanitización, inoculación, incubación e inducción a la fructificación. Asimismo, incluye indicadores de productividad y recomendaciones para optimizar el cultivo, así como el aprovechamiento del sustrato agotado como abono orgánico. De esta manera, fomenta una gestión responsable de los recursos y la mejora continua de la producción agrícola.