Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agr icultura sostenible y res i l iente Ministerio de Agricultura y Riego MINISTERIO DE AGRICULTURA Y RIEGO INSTITUTO NACIONAL DE INNOVACIÓN AGRARIA DIRECCIÓN DE DESARROLLO TECNOLÓGICO AGRARIO Manual técnico: Plagas de la quinua, m a n e j o i n t e g r a d o p a r a u n a a g r i c u l t u r a s o s t e n i b l e y r e s i l i e n t e Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una Tabla agricultura sostenible y resiliente de contenido Ministro de Agricultura y Riego Tiraje: Ing. Jorge Luis Montenegro Chavesta 1 200 ejemplares Presentación 6 Viceministro de Desarrollo e Infraestructura Agraria y Riego Econ. Carlos Alberto Ynga La Plata Impreso en: 1. Introducción 8 Nombre de la imprenta: Editorial pacífico S.C.R.L. Viceministro de Políticas Agrarias RUC: 20447993679 2. Plagas del cultivo de quinua 11 Alberto Dante Maurer Fossa, Ph.D. Teléfono: 971882040, 051368715 Dirección: Jr Cajamarca N° 111-Puno 2.1 Insectos plaga 11 Jefe del INIA E-mail: editorial_pacifico@hotmail.com Jorge Luis Maicelo Quintana, Ph.D. 2.1.1 Polilla de la quinua (Eurysacca quinoae Povolny, 1997; E. ISBN: © Instituto Nacional de Innovación Agraria - INIA melanocampta Meyrick, 1917) 12 978-9972-44-060-1 Elaboración de contenido: 2.1.2 Gusano cortador (Copitarsia turbata Herrich-Schaeffer, 1855) 19 Pedro Delgado Mamani Washington Goyzueta Hancco 2.1.3 Pulgón (Macrosiphum euphorbiae Sulzer; Myzus persicae Thomas) 22 Jhon Castro Hancco 2.1.4 Mosca minadora (Haplopeodes sp. Steyskal, 1980) 23 Alfredo Loza del Carpio Eusebio Chura Parisaca 2.1.5 Trips (Thrips tabaci Lindeman, 1888; Frankliniella australis Morgan, Editado por: 1925; F. regia Hood, 1942; F. occidentalis Pergande, 1985) 25 Instituto Nacional de Innovación Agraria - INIA Equipo Técnico de Edición y Publicaciones 2.2 Enfermedades 26 Av. La Molina 1981, Lima- Perú (51 1) 240-2100 / 240-2350 2.2.1 Mildiu (Peronospora variabilis Gäum, 1919) 26 www.inia.gob.pe 2.2.2 Podredumbre marrón del tallo y la panoja (Phoma exigua Desm var. Editor general: Foveata (Foister) Boerema) 29 Eliana Alviárez Gutierrez, D.Sc. 2.3 Malezas 30 Revisión de contenido: Paúl Lama Isminio, D.Sc. 2.4 Aves plaga 31 Yuriko Sumiyo Murillo Domen, M.Sc. Diseño y diagramación: 2.4.1 Principales especies de aves plaga 34 Abner Fernando Mio Torrejón 2.4.2 Fluctuación poblacional de aves en quinua 49 Luis Carlos Arévalo Mercado 2.4.3 Daños ocasionados por aves 51 Publicado: Agosto, 2020 3. Manejo integrado de plagas (MIP) 56 Primera edición: 3.1 Métodos de control de plagas insectiles 56 Agosto, 2020 3.1.1 Control biológico de plagas insectiles 57 3.1.2 Control etológico de insectos plagas 71 3.2 Métodos de control de enfermedades 76 3.2.1 Hongos antagonistas 76 3.2.2 Control cultural 77 Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2020-05171 Prohibida la reproducción de este libro por cualquier medio, total o parcialmente, sin permiso expreso. Tabla de contenido 3.3 Métodos de control de malezas 77 3.3.1 Fecha de siembra 77 3.3.2 Control mecánico y manual 78 3.4 Control cultural de insectos, enfermedades y malezas 78 3.4.1 Rotación de cultivos 78 3.4.2 Barbecho o descanso 79 3.4.3 Preparación del suelo 79 3.4.4 Siembra 80 3.4.5 Abonamiento 81 3.4.6 Raleo 82 3.4.7 Aporque 82 3.4.8 Cosecha 83 3.4.9 Almacenamiento 84 3.4.10 Métodos de control de aves plaga 84 3.4.11 Ahuyentadores mecánicos 84 3.4.12 Exclusión 85 3.4.13 Instrumentos electrónicos para ahuyentar 88 4. Referencias 90 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente Presentación La quinua, por sus excepcionales cualidades nutritivas, ha generado gran interés a nivel nacional e En el contexto referido y, en atención a la creciente demanda por tecnologías sostenibles, el Ministerio internacional, representando para nuestro país un cultivo estratégico para la seguridad alimentaria. de Agricultura y Riego (MINAGRI), a través del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) pone La mayor diversidad de quinua se encuentra en las zonas andinas de Perú y Bolivia, que abarcan a disposición de investigadores, académicos y técnicos de campo, el manual denominado “Plagas de aproximadamente el 80 % de la demanda internacional. Su cultivo se realiza en zonas que van desde la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente”, que contiene información el nivel del mar hasta los 4 000 m de altitud. En la actualidad, su expansión se viene desarrollando a actualizada y detallada sobre las principales plagas y las tecnologías alternativas a utilizar de acuerdo nivel mundial, obteniéndose reportes de que se cultivan en más de 50 países. a los principios del MIP. Para el año 2018, el Perú tuvo un área cosechada de 64 660 ha con una producción total de 86 011 t; Esperamos que el presente manual, que ha sido fruto de las investigaciones desarrolladas en la para el año 2020 se proyectó alcanzar un volumen de 212 000 t, requiriendo aproximadamente 113 Estación Experimental Agraria Illpa – Puno del INIA, con el apoyo financiero del CONCYTEC y ALTAGRO; 900 ha. Sin embargo, la disponibilidad y estabilidad de su producción se ve comprometida cuando las sea de gran utilidad y despierte muchas iniciativas para todos nuestros lectores. plagas superan el umbral de daño económico, causando pérdidas en los rendimientos y en la calidad de los productos; debido a ello, es vital una oportuna gestión para el control de plagas mediante el uso de alternativas tecnológicas sostenibles que permitan garantizar una producción de calidad. La identificación y reconocimiento de las plagas son principios fundamentales del Manejo Integrado Jorge Luis Maicelo Quintana, Ph.D. de Plagas (MIP), esta estrategia involucra un conjunto de métodos compatibles que luego de ser Jefe del INIA aplicados permiten que las poblaciones de plagas sean controladas hasta un nivel que no ocasione daños económicos de consideración. 6 7 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente En el Perú, la mayor área cultivada de quinua se ubica en la zona andina, principalmente entre 2 500 y 4 000 m s. n. m., con dependencia de las precipitaciones pluviales. La producción nacional ha remontado de 31.8 mil t en el año 2007 a 78.7 mil t en el año 2017; este ascenso obedece al incremento del área cultivada de 30.4 mil ha en el 2007 a 61.7 mil ha en el 2017. De la misma forma, el rendimiento promedio nacional de 1.05 t ha-1 en el año 2007 a 1.27 t ha-1 en el año 2017 (MINAGRI, 2018). Perú es el primer productor mundial de quinua. Las exportaciones peruanas de quinua registraron una tendencia creciente en los últimos años, en el 2012 se exportó 10.7 mil t, 1 volúmenes que se han incrementado a 44.4 mil t en el 2016 (Ku, 2017), en el 2017 se exportó 78.7 mil toneladas; próximo se encuentra Bolivia, país que produjo 66.8 mil t en el mismo año, según FAOSTAT (MINAGRI, 2018), en el año 2018 se exportó 51.1 t (Aduanas, 2019), que representa el 44.5 % de las exportaciones mundiales, principalmente al exigente mercado norteamericano. Puno es la principal región productora de quinua en Perú, produce anualmente más de 35 mil t de grano; lo que representa el 44 % de la producción nacional, sin embargo, el rendimiento promedio es de 1.04 t ha-1, cifra inferior al promedio nacional (MINAGRI, 2017; DRA-Puno, 2018) . Una de las causas, entre otras, es el daño que ocasionan las plagas como insectos, aves, enfermedades y malezas, que afectan alrededor del 40 % de la producción (Delgado et al., 2020b). Con la intención de controlar las plagas, los agricultores aplican insecticidas químicos sintéticos sin los resultados deseados, por el contrario, ello ha provocado efectos perjudiciales para el ambiente, impactos en la salud humana y la biodiversidad de organismos benéficos. Las plagas han causado pérdidas de cultivos desde los albores de la agricultura y representan una amenaza para la seguridad alimentaria. Sobre la base de enfoques tradicionales y, a menudo, holísticos como en el Perú, se han desarrollado una amplia variedad de conceptos y técnicas a diferentes niveles, que surgen de la comprensión de las ciencias naturales que gobiernan los organismos plaga y la salud de las plantas. Estos enfoques llevaron al uso del Manejo Integrado de Plagas (MIP) que enfatiza el crecimiento de un cultivo saludable con la menor alteración posible de los agroecosistemas y fomenta los mecanismos naturales de control de plagas. Varios cambios de este concepto se han incorporado a la práctica diaria en los países en desarrollo y está en constante evolución. En este documento se incluye información relevante de las principales plagas claves y potenciales, probablemente por efectos del cambio climático y prácticas actuales de manejo de plagas, explorando nuevas estrategias integradas para su control. Esperamos que constituya 1. Introducción un nuevo aporte en la difusión de estos conocimientos, de tecnología sostenible y resiliente, obtenidas en los últimos años de investigación en el país y cuyo objetivo principal es contribuir La quinua (Chenopodium quinoa Willd.) tiene una importancia primordial en diversos a mejorar la competitividad y sostenibilidad de este cultivo. países andinos, no solo por ser una planta originaria de esta zona, sino que constituye parte de una dieta ancestral y ha sido revalorizada a nivel internacional. Su aporte nutricional es extraordinario debido a que esencialmente posee proteínas y aminoácidos como la lisina, metionina, fenilanina, treonina, triftófano y valina; bondades que han sido demostradas en diversos estudios, tanto en términos absolutos como en comparación con otros alimentos básicos (ALADI y FAO, 2014). 8 9 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente 2. Plagas del cultivo de quinua La plaga agrícola es definida por la FAO (2016) como “cualquier especie, raza o biotipo vegetal o animal o agente patógeno dañino para las plantas o productos vegetales”. El cultivo de quinua, durante todas sus fases fenológicas, presenta problemas ocasionados tanto por insectos dañinos, aves, nematodos y roedores, como por enfermedades ocasionadas por hongos, bacterias, virus y malezas que ocasionan importantes pérdidas directas e indirectas. 2 2.1 Insectos plagaEn este cultivo se reconocen más de 23 especies de insectos plaga, que ocasionan daños directos e indirectos. Los principales daños lo ocasionan las plagas que se alimentan de los granos, siendo estos principalmente especies de la familia lepidóptera. En la Tabla 1, se registran las principales especies ordenadas de acuerdo a la importancia que representan. Tabla 1. Plagas insectiles en el cultivo de la quinua en Puno. Nombre común Nombre científico Familia Orden “Polilla de la quinua”, “kcona Eurysacca quinoae Povolny Gelechiidae Lepidoptera kcona” “Polilla de la quinua”, “kcona Eurysacca melanocampta Meyrick Gelechiidae Lepidoptera kcona” “Gusano cortador”, “ticuchi” Copitarsia turbata H.S. Noctuidae Lepidoptera “Gusano cortador”, “ticuchi” Copitarsia decolora Guenée Noctuidae Lepidoptera “Gusano cortador”, “ticuchi” Spodoptera spp. Noctuidae Lepidoptera “Gusano cortador”, “ticuchi” Agrotis spp. Noctuidae Lepidoptera “Polilla de la quinua” Pachyzancla bipunctalis (Fabricius) Pyralidae Lepidoptera “Polilla de la quinua” Hymenia sp. Pyralidae Lepidoptera “Gusano medidor” Perizoma sordescens Dognin Geometridae Lepidoptera “Padre curu” Epicauta spp. Meloidae Coleoptera “Uchu kuru”, “uchu kaspa” Meloe sp. Meloidae Coleoptera “Pulguilla saltona”, “piki piki” Epitrix sp. Chrysomelidae Coleoptera “Trips”, “llaja” Frankliniella regia Hood Thripidae Thysanoptera “Trips”, “llaja” Thrips tabaci Lindeman Thripidae Thysanoptera “Trips”, “llaja” Frankliniella australis (Morgan) Thripidae Thysanoptera “Trips”, “llaja” Frankliniella occidentalis (Pergande) Thripidae Thysanoptera “Pulgón” Myzus persicae (Sulzer) Aphididae Homoptera “Pulgón” Macrosiphum euphorbiae (Thomas) Aphididae Homoptera 10 11 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente Continuación de la tabla 1 de los dos lados y una línea central; líneas inter segmentales con escamas Nombre común Nombre científico Familia Orden de color claro pajizo bien diferenciadas. Parte ventral cubierta por escamas de color claro, líneas inter segmentales con escamas de color oscuro bien “Mosca minadora” Liriomyza huidobrensis (Blanchard) Agromyzidae Diptera diferenciadas. Primer segmento corto y achatado en la base unida al tórax y el “Mosca minadora” Haplopeodes sp. Agromyzidae Diptera último segmento alargado y cónico con escamas largas de color claro pajizo “Cigarrita” Borogonalia sp. Cicadellidae Homoptera a manera de un penacho (Apaza y Delgado, 2005). “Cigarrita” Bergallia sp. Cicadellidae Homoptera “Cigarrita” Paratanus sp. Cicadellidae Homoptera “Charca charca” Pilobalia decorata (Blanchard) Tenebrionidae Coleoptera Fuente: Apaza y Delgado (2005). 2.1.1 Polilla de la quinua (Eurysacca quinoae Povolny, 1997; E. melanocampta Meyrick, 1917) Al estado larval se le denomina comúnmente como “polilla de la quinua “, “gusano molinero”, “quinua kuru”, “kcona kcona”, este último en quechua significa “moledor” o “frotador” y se alimenta principalmente de quinua, aunque también algunas veces de otras chenopodáceas cultivadas como la “cañihua” (Chenopodium pallidicaule Aellen) y Amarantáceas (Amaranthus caudatus L.), ocasionalmente se registra en papa (Solanum tuberosum) minando y pegando foliolos. Figura 1. Adulto de E. quinoae posando sobre una hoja de quinua. En el Perú las especies más comunes son E. quinoae y E. melanocampta Foto: Pedro Delgado M. (Rasmussen et al., 2001). Ambas especies se encuentran distribuidas en toda el área andina y en Puno, tanto por su intensidad como por su continuidad, La diferencia entre E. quinoae y E. melanocampta, no está en los órganos ocasionando pérdidas entre 20 a 40 % de la producción (Apaza y Delgado, genitales y si expresamente en las manchas alares o maculaciones como 2005). En esta zona la población de E. quinoae es de 98 % y E. melanocampta se puede ver en la Figura 2 (Rasmussen, et al., 2001; Povolny, 1990; Povolny, tan solo de 2 %. 1997). Características morfológicas A B Adulto: Es una polilla pequeña (Figura 1), de aproximadamente 9 mm de longitud y con una expansión alar de 15 a 16 mm, de color gris parduzco a amarillo pajizo, cabeza de tipo hipognata cubierta con abundantes escamas, con ojos compuestos y sin presencia de ocelos; antenas de tipo filiforme de aproximadamente 5 mm de longitud. Pieza bucal tipo sifón con palpos labiales largos y grandes bien diferenciados (Apaza y Delgado, 2005). Tórax corto, aproximadamente de 1.5 mm de largo por 1 mm de ancho, cubierto con escamas de color pajizo. Ala anterior gris parduzca clara, con presencia de dos manchas oscuras pequeñas ubicadas hacia el centro y presencia de puntos oscuros y alargados en el ápice; escamas oscuras en el ápice, formando una raya conspicua; ala posterior hialina sin maculaciones (Apaza y Delgado, 2005). Abdomen con ocho segmentos, aproximadamente de 3.5 mm de longitud. El dorso con tres franjas oscuras en cada segmento formando líneas a lo largo Figura 2. Ala anterior de E. quinoae (A) y E. melanocampta (B). (Fuente: Rasmussen et al., 2001). 12 13 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente Huevo: Los huevos son pequeños de forma ovoide (Figura 3), superficie lisa, Pupa: Son de tipo obtecta o momificada de forma elíptica (Figura 5), color de 0.4 a 0.5 mm de longitud, de color blanco cremoso y posteriormente blanco marrón claro a bruno de 6 a 8 mm de longitud (Apaza y Delgado, 2005). cenizo próximo a la eclosión (Apaza y Delgado, 2005). Figura 5. Pupas de E. quinoae. Figura 3. Grupo de huevos de E. quinoae. Foto: Pedro Delgado M. Foto: Pedro Delgado M. Biología y comportamiento Larva: Son de tipo eruciforme y poseen cinco pares de patas abdominales (Figura 4), cuerpo cilíndrico y alargado, color variable - blanco cremoso recién Los adultos son de actividad nocturna, durante el día permanecen quietos, emergida y amarillo verdoso a marrón oscuro con manchas oscuras a rosadas, pudiendo realizar vuelos cortos para refugiarse en grietas del suelo, en la dando el aspecto de bandas. Se encuentran cubiertos de finos pelos en hileras parte abaixial de las hojas o en los glomérulos de las panojas de quinua (Apaza dorsales y laterales. Las larvas recién eclosionadas miden 0.85 mm de longitud y Delgado, 2005). y en el V estadío larval hasta 11.5 mm de longitud (Apaza y Delgado, 2005). Las polillas hembras ovipositan en las inflorecencias, en la cara inferior de las hojas tiernas, en las axilas foliares o en los brotes. Los huevos son depositados en grupos de 30 a 40 y raramente en forma aislada; un hembra puede ovipositar un promedio de 200 huevos. La longevidad promedio de machos y hembras es de 47 – 62 días respectivamente (Quispe, 1979; Apaza y Delgado 2005). Entre los 8 a 11 días de la oviposición, se produce la eclosión de los huevos y las larvas empiezan a alimentarse ya sea minando el parénquima de las hojas, destruyendo el ovario de las flores o los órganos lechosos. E. quinoae presenta cinco estadios en su período de desarrollo larval; las larvas I y II se comportan por lo general como minadoras, mientras que las larvas III, IV y V son masticadoras, anidan en el limbo foliar, en los brotes, botones florales o dentro de los glomérulos de las inflorescencias formando un estuche sedoso blanquecino y pegajoso dentro del cual se alimentan. La duración promedio del período larval es de 36 días (Quispe, 1979; Apaza y Delgado, 2005). Todos los estadios larvales tienen la capacidad de producir un finísimo hilo Figura 4. Larva de V estadio de E. quinoae. de seda de color blanquecino, siendo este material utilizado para trasladarse Foto: Pedro Delgado M. desde los órganos apicales hacia los basales de la planta, así como para construir 14 15 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente los escondrijos o estuches de cobijo. Las larvas de “polilla de la quinua” son muy A B activas, cuando se les molesta mueven la parte caudal del abdomen semejante a la cola del pescado (Quispe, 1979; Apaza y Delgado, 2005). El estado larval es olifago, ataca chenopodáceas cultivadas (Chenopodium quinoa Willd., C. pallidicaule), silvestres o “ayaras” (Chenopodium sp.) y Amarantáceas (Amaranthus caudatus L.), ocasionalmente se registra en papa minando y pegando hojas terminales (Ortiz, et al., 2004; Apaza y Delgado, 2005). Al finalizar su desarrollo las larvas se dirigen al suelo donde buscan pequeñas grietas o si se trata de suelos arenosos se abren paso rápidamente, formando un cocón o cámara en cuyo interior empupan, pero pueden hacerlo también adherido a la parte inferior de los tallos, hojarascas, terrones o desperdicios. El período de prepupa y pupa dura un promedio de 3 y 25 días respectivamente. En condiciones del altiplano peruano, el ciclo biológico dura aproximadamente 80 días pudiendo presentarse dos a tres generaciones por año dependiendo Figura 6. Glomérulos sanos (A) y dañados (B) por larvas de “polilla de la quinua” de las condiciones ambientales (Quispe, 1979; Apaza y Delgado, 2005). Fotos: Pedro Delgado M. Daños El ataque de esta plaga se intensifica con los periodos de escasez de precipitaciones Se pueden distinguir dos tipos de daños ocasionados por la “polilla de la quinua” pluviales y temperaturas altas propias de “veranillos” (Apaza y Delgado, 2005). durante las diferentes fases del cultivo: Las pérdidas que ocasionan las larvas de la “polilla de la quinua” en la obtención a. El producido por larvas que minan tallos y se alimentan del parénquima de granos se muestran en la Figura 7, a partir de ocho larvas por planta ocasionan de las hojas, pegan las hojas y brotes tiernos, destruyen inflorescencias pérdidas considerables en la producción y a medida que se incrementa en formación, disminuyendo la capacidad fotosintética de la planta y el número de larvas se incrementan las pérdidas. Una pérdida del 100 % ocurre consecuentemente disminución del rendimiento. Estos daños generalmente cuando la población sobrepasa 120 larvas por planta de quinua. se observan en las primeras fases de desarrollo de la planta y son causadas por la primera generación de la plaga. b. El producido por larvas de segunda generación al alimentarse directamente de los granos. Este tipo de daño es el más importante ya que representa un perjuicio económico significativo (Figura 6A y 6B). Figura 7. Pérdida de cosecha en función al número de larvas por planta. Fuente: Apaza y Delgado (2005). 16 17 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente Dinámica poblacional Grado 2 = De 1 a 25 % de panoja dañada Las poblaciones de adultos y larvas de “polilla de la quinua” son muy Grado 3 = De 26 a 50 % de panoja dañada variables, desde la emergencia de la planta hasta la cosecha ocurren altas y bajas densidades de poblaciones. Sin embargo, anualmente se evidencia Grado 4 = De 51 a 75 % de panoja dañada una tendencia marcada, tanto de las poblaciones de adultos como de larvas; Grado 5 = de 76 a 100 % de panoja dañada las poblaciones de la primera generación (setiembre a diciembre) son inferiores a la segunda generación (enero a marzo), aparentemente influenciadas por los Con los datos numéricos así obtenidos puede aplicarse la fórmula de Kaspers factores climáticos y edáficos. para la determinación del índice de daño. Umbral de daño económico (UDE) ID = N° panojas Grado 1 (1) + N° panojas Grado 2 (2) + …+ N° panojas Grado 5 (5) N° Total panojas de la muestra El UDE es la máxima población de plagas que puede tolerar un cultivo en un momento y lugar determinado , sin que resulte en una pérdida económica Donde ID = Índice de daño de la cosecha, o bien, es el momento indicado para iniciar medidas de control y así evitar llegar al nivel de daño económico (NDE), nivel donde la densidad A B de población produce pérdidas económicas. Estos conceptos, que a simple vista parecen de lógica elemental, en la práctica son muy complejos de determinar, debido a los múltiples factores involucrados. Por una parte, requiere la determinación de una correlación entre densidad de la plaga (por ejemplo: número de larvas/planta) y nivel de producción. Por otro lado, la disminución del ingreso por ventas depende del precio del producto, lo que en gran parte depende del mercado de destino. A pesar de la dificultad para determinar el umbral de daño económico, este concepto debe ser considerado por el agricultor al momento de tomar la decisión de control y no actuar de acuerdo a un calendario de aplicaciones o simplemente cuando se detectan los primeros individuos de la plaga. Blanco (1994), determinó que el UDE para Eurysacca sp. en quinua es de cinco a seis larvas por planta. Evaluación Figura 8. Evaluación de plagas en quinua (A) y panoja de quinua en corte sagital (B). Fotos: Pedro Delgado M. Para las evaluaciones de la incidencia del número de larvas por planta, es recomendable utilizar el método de separación por sacudida o golpeo (Figura 2.1.2 Gusano cortador (Copitarsia turbata Herrich-Schaeffer, 1855) 8A); utilizando un recipiente de color claro, colocado en la base de cada planta tomada, inclinándola ligeramente y sacudiéndo suavemente la planta con el La familia de Noctuidae incluye a un gran número de especies que son objetivo de causar la caída de larvas sobre el recipiente, seguidamente realizar importantes por los daños que ocasionan a cultivos para el consumo humano. el contaje para la toma de decisiones más correcta, considerando el UDE (Apaza Son especies cosmopolitas y polífagas, en el cultivo de quinua, además de C. y Delgado, 2005). turbata (Figura 9A), se puede encontrar a C. decolora (Figura 9B), Spodoptera spp. y Agrotis spp. (Apaza y Delgado, 2005). Apaza y Delgado (2005) mencionan que para evaluar daños directos de los granos en panoja se recomienda tomar 10 panojas por cada punto de evaluación, Comúnmente a la larva se le conoce como “ticuchi”, “panojero” o “gusano cortar la panoja en forma sagital (Figura 8B) y asignar a cada panoja un valor ejército”, relacionado a su hábito alimentario y comportamiento migratorio. según la siguiente escala visual porcentualizada: Ataca a varias Chenopodaceas (C. quinoa; C. pallidicaule), Solanaceas (Solanum curtilobum, S. tuberosum y S. juzepczukii), Leguminosas (Vicia faba L. Lupinus Grado 1 = Sin daño mutabilis Sweet) y Amarantaceas (Amarantus caudatus L.). Al estado adulto se le conoce como “padresito” o “rafaelito”. 18 19 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B A B C Figura 9. Adulto de C. turbata (A) y C. decolora (B). Fuente: Apaza y Delgado (2005). Figura 10. Larvas de color verde claro (A), café oscuro (B) y pupa de Copitarsia (C). Características morfológicas Fotos: Pedro Delgado M. Adulto: Es una mariposa nocturna de color castaño claro a castaño grisáceo Biología y comportamiento y cuerpo robusto tapizado de escamas. Cabeza relativamente pequeña, aparato bucal con palpos labiales pronunciados, ojos grandes y brillantes en la noche y dos Los adultos son de hábitos nocturnos, las hembras colocan sus huevos en grupos ocelos presentes; antenas fusiformes que no sobrepasan la longitud del cuerpo; o aisladamente, principalmente en la parte abaxial de las hojas, en los tallos o en alas anteriores castaño claro a oscuro con ligero brillo dorado, mancha orbicular el suelo. La capacidad de oviposición promedio es de 450 huevos por hembra circular castaño claro, lleva un pequeño punto central bordeado ligeramente (Apaza y Delgado, 2005). castaño oscuro y la mancha reniforme castaño oscuro con bordes castaños; alas posteriores ventralmente hialinas con borde castaño claro a oscuro; mancha En plantas de quinua, las larvas son cortadoras de plantas tiernas, defoliadores, discal pequeña y venas oscuras. Abdomen castaño grisáceo. Expansión alar destructoras de panojas y barrenadoras de tallos. Empupan en el suelo, a una de 38 a 40 mm (Apaza y Delgado, 2005). profundidad promedio de 10 cm. Huevo: Son epífitos o edáficos, pequeños y de forma esférica algo aplanada Presentan una fluctuación poblacional que está supeditado a las condiciones con finas estrías longitudinales, miden de 0.5 a 0.6 mm de diámetro, color meteorológicas, como la humedad y temperatura del ambiente. Los periodos blanco a blanco perlado (Apaza y Delgado, 2005). conocidos como “veranillos” o sequías, condicionan favorablemente en el desarrollo y distribución de noctuideos. Larva: Son de tipo eruciformes de cuerpo alargado y grueso, color variable de verde claro a verde oscuro, café claro a oscuro (Figura 10A y 10B), gris claro Daño a oscuro; región pleural y esternal amarillento pálido a amarillo o marrón Las larvas representan un serio problema económico en el cultivo, por su negruzco. Tamaño de larvas en V estadio entre 30 a 40 mm de longitud (Apaza hábito alimenticio que puede cortar las plantas tiernas (Figura 11A), defoliación y Delgado, 2005). parcial o total de las hojas (Figura 11B) o como barrenador de tallos (Figura Pupa: De tipo obtecta o momificada (Figura 10C), miden de 20 a 25 mm de 11C), reduciendo el normal desarrollo de la planta, pudiendo causar pérdidas longitud, color bruno o marrón rojizo a marrón oscuro (Apaza y Delgado, 2005). importantes en la producción. Cuando la característica de plaga es intermitente, solo durante ciertas campañas agrícolas, el efecto perjudicial de larval de C. turbata se evidencia sobre la capacidad reproductiva de la planta, ocasionando pérdidas del 32 % del rendimiento (Ortiz et al., 2004; Apaza y Delgado, 2005). 20 21 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B C Figura 12. Adultos y ninfas de M. euphorbiae. Foto: Pedro Delgado M. Figura 11. Daños ocasionados por larvas de noctuideos. Fuente: Apaza y Delgado (2005). 2.1.4 Mosca minadora (Haplopeodes sp. Steyskal, 1980) Conocido comúnmente como “mosca minadora”, que hace su aparición, 2.1.3 Pulgón (Macrosiphum euphorbiae Sulzer; Myzus persicae Thomas) incidencia y ocasiona daños en los cultivos de quinua en el Altiplano, no hace Conocidos comúnmente como “afidos” o “pulgones” (Figura 12), atacan más de 5 años atrás, probablemente por los efectos del cambio climático. diferentes cultivos. Los adultos se caracterizan por ser muy pequeños (1.6 mm en promedio), Los pulgones adultos pueden ser ápteros o alados y son de color variado entre en comparación con las especies de moscas minadoras de los cultivos en la amarillo pálido, verde blanquesino, verde y verde grisáceo; ambas especies zona Andina (Figura 13A), son de color negro, con los márgenes posteriores presentan las características comunes de tubérculos antenales gibosos, de color amarillo, la parte central del escutelo es de color amarillo, las patas cornículos cilíndricos y levemente insertados a la mitad distal, cauda alargada tienen una coloración marrón amarillenta. Las larvas son de color amarillo o triangular; miden de 1.2 a 2.6 mm de largo. Los estados ninfales son semejantes blanquecino de forma oval alargado con una longitud que varía de 0.9 a 1.2 mm a los adultos ápteros (Apaza y Delgado, 2005). (Figura 13B), las pupas son de color marrón de forma oval alargado (Figura 13C), con longitudes que varían de 1.5 a 2.2 mm y tienen un par de proyecciones Los daños ocasionados por M. persicae y M. euphorbiae son muy idénticos, en ambos lados (Flores, 2020). los daños directos ocasionan el debilitamiento de la planta, por la succión de la savia y daños indirectos por ser vector de enfermedades. La población se incrementa en periodos más cálidos y humedad relativa media, denominados “veranillos”, y favorece la migración de los adultos alados (Apaza y Delgado, 2005). 22 23 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B C Figura 14. Daño ocasionado por larva de mosca minadora en hojas de quinua. Foto: Pedro Delgado M. Figura 13. Adulto (A), larva (B) y pupa (C) de mosca minadora. Fotos: Pedro Delgado M. 2.1.5 Trips (Thrips tabaci Lindeman, 1888; Frankliniella australis Morgan, 1925; F. regia Hood, 1942; F. occidentalis Pergande, 1985) Daño Los trips son insectos plaga que afecta a diversos cultivos. En el cultivo Por sus hábitos alimenticios, las lavas ocasionan daños en las hojas en formas de quinua se conocen cuatro especies (Figura 15A, 15B, 15C y 15D) y son de lagunas (Figura 14), a diferencia de otras especies que lo hacen en forma pequeños insectos de 1.2 mm en promedio. Estos insectos, tanto adultos como de minas, lo que conlleva a la reducción de la capacidad fotosintética de las hojas, ninfas, se alimentan de los contenidos de las hojas, provocando la formación causan abscisión foliar prematura y puede permitir el ingreso de fitopatógenos de cicatrices, deformaciones y necrosis, ocasionan manchas plateadas en la a las plantas. Adicionalmente, las hembras adultas causan pequeños puntos parte abaxial de la hoja y se alimentan también de polen de las flores. Los trips blanquecinos en la hoja al insertar su ovipositor en el tejido de la hoja durante son transmisores de virus y algunas enfermedades fúngicas. la puesta de huevos. El grado de daño causado por esta especie de agromyzidae en las plantas de quinua es mayor cuando ocurren en las primeras fases de desarrollo de las plantas y del tamaño de la población. Cuando las plantas se encuentran entre dos, cuatro y seis hojas los daños son relevantes, pues ocasionan daños superiores al 50 % de defoliación, pudiéndose encontrar más de una larva por cada pequeña hoja. 24 25 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B formando nuevas manchas más amplias; al extremo de necrotizar la parte afectada, en caso de hojas ocasiona su caída. La enfermedad ataca a hojas, ramas, tallos e inflorescencias o panojas, infecta durante cualquier estado fenológico del cultivo (Figura 16). Los daños son mayores en las primeras fases (ramificación a panojamiento), provoca defoliación, afectando el normal desarrollo vegetativo y reproductivo de la quinua (Apaza y Delgado, 2005). C D Figura 16. Daños en follaje de quinua ocasionado por Mildiu Foto: Pedro Delgado M. Daños Danielsen y Ames (2000), reportan que el mildiu reduce los rendimientos de hasta 58%, dependiendo del cultivar de quinua. En la mayoría de los casos las lesiones están bien localizadas y definidas y en otros las lesiones son muy Figura 15. Especies de trips. F. australis (A). T. tabaco (B). F. regia (C). F. occidentalis (D). Fotos: Pedro Delgado M. tenues y amplias, en ambos casos pueden cubrir la totalidad del área foliar (Figura 17A y 17B). Ocasionan alteraciones fisiológicas, disminuyendo severamente 2.2 Enfermedades el proceso de fotosíntesis. En infecciones graves llega a necrotizar toda la hoja o área afectada de la planta y produce defoliación generalizada. La quinua es afectada por diversos patógenos como virus, bacterias y hongos. Se clasifican en enfermedades del follaje, del tallo y de la raíz. El mildiú es la enfermedad más importante Las condiciones ambientales con alta humedad favorecen el desarrollo de este cultivo y la que provoca los mayores daños a la planta, en afecciones severas del mildiu. Esta enfermedad se halla distribuida en todos los lugares o países el cultivo puede sufrir una reducción significativa de la producción (Danielsen y Ames, donde se cultiva quinua (Danielsen y Ames, 2000; Ortiz et al., 2004, Apaza 2000). y Delgado, 2005). 2.2.1 Mildiu (Peronospora variabilis Gäum, 1919) Al inicio de su infección es notorio el cambio de color entre amarillo a rojizo en las hojas, dependiendo de la variedad afectada, en la parte abaxial de la hoja se puede diferenciar su desarrollo por el color plomizo de las estructuras del hongo. Posteriormente el avance de la enfermedad se extiende notoriamente 26 27 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B Figura 17. Hojas de quinua afectadas con P. variabilis en la parte adaxial (A) y abaxial (B). Figura 18. Escala de evaluación para mildiu: Porcentaje de área afectada Fotos: Pedro Delgado M. Foto: Pedro Delgado M. Ciclo de vida de P. variabilis La gran diversidad genética del germoplasma de quinua existente en los Andes, nos sugiere que también existen muchas fuentes de resistencia horizontal Inicialmente se presentan en las hojas basales como manchas amarilla-pálidas, (genes menores) que pueden ser estudiadas en programas de mejoramiento. los que van aumentando de tamaño y número conforme se incrementa la humedad del ambiente, por lo cual, al aumentar la humedad la enfermedad 2.2.2 Podredumbre marrón del tallo y la panoja (Phoma exigua Desm var. Foveata se desarrolla rápidamente en la parte adaxial y abaxial de las hojas. (Foister) Boerema) En la zona abaxial los síntomas iniciales son manchas cloróticas sobre las cuales Es poco frecuente; sin embargo, en los últimos años se tienen registros de su se ubican los esporangios y esporangióforos que son las estructuras vegetativas presencia ocasionando lesiones individuales que se caracterizan por su color y reproductivas del patógeno, a partir de estas, la enfermedad es diseminada verde oscuro a marrón y bordes grisáceos, con los picnidios ubicados en el y favorecida por el viento y la lluvia (Ortiz et al., 2004). centro de la mancha. El patógeno debilita el tejido del tallo y la planta tiende Durante una campaña agrícola se pueden producir varias generaciones, a doblarse (Figura 19). En infecciones severas puede causar la defoliación en las cuales el patógeno se reproduce asexualmente (esporangios) y produce completa de la planta (Apaza y Delgado, 2005). infecciones sucesivas (policíclicos). Evaluación de la enfermedad Para evaluar mildiú, Danielsen y Ames (2000) recomiendan utilizar escalas, donde se determina el porcentaje del área foliar afectado en hojas individuales. En primer lugar, se mide la severidad en tres hojas por planta de quinua, una de cada tercio escogidas al azar, la escala se distingue de 0 % hasta 100 % y luego se calcula el promedio de las tres hojas para obtener el valor de la planta. El valor mínimo que indica presencia de enfermedad es 1 % (Figura 18). Figura 19. Podredumbre marrón del tallo. Foto: Pedro Delgado M. 28 29 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente 2.3 Malezas A B En un campo de cultivo, las malezas compiten por los nutrientes, el agua y la luz, que ocasiona la disminución de la cantidad y calidad de la producción agrícola, además de interferir en las labores de cosecha y hospedar plagas. Por ello, es común definirlas como plantas no deseadas (Apaza y Delgado, 2005). Se estima que las malezas reducen la producción agrícola mundial en un 13 % y que dicha figura se incrementaría a un 30 % si no se utilizase ninguna práctica de manejo de malezas (Oerke et al., 1994). En el Altiplano peruano, se han registrado más de 16 especies de malezas afectando el cultivo de quinua. En la Tabla 2 se detalla la presencia de las diversas malezas según el grado de importancia, resaltando como las más dominantes y abundantes Bidens pilosa “chiriro”, Capsella bursa-pastoris “bolsa de pastor”, Lepidium chichicara “mata conejo” y Brassica campestris “nabo” (Figura 20), aunque varias de estas especies son utilizadas por los agricultores como alimento para sus animales. Tabla 2. C D Principales malezas asociadas al cultivo de quinua en el Altiplano peruano. Nombre común Nombre científico Familia “Chiriro”, “amor seco” Bidens pilosa L. Asteraceae “Bolsa de pastor” Capsella bursa-pastoris (L.) Medik Brassicaceae “Mata conejo” Lepidium chichicara Desv. Brassicaceae “Nabo” Brassica campestris L. Brassicaceae “Malva” Malva sylvestris L. Malvaceae “Trebol carretilla” Medicago polimorpha L. Fabaceae “Raigrás” Lollium multiflorum Lam. Poaceae “Cebadilla” Bromus unioloides Kunth Poaceae “Kikuyo” Pennisetum clandestinum Hochst Poaceae Figura 20. Malezas: Bidens pilosa (A). Capsella bursa-pastoris (L.) Medik (B), Lepidium chichicara Desv. (C). Brassica campestris “Aujaauja” Erodium cicutarium (L.) Geraniaceae L. (D) Fotos: Pedro Delgado M. “Verbena” Verbena litoralis Kunth Verbenaceae “Chijchipa” Tagetes mandonii Schultz Asteraceae 2.4 Aves plaga Fuente: Elaboración propia. En los últimos años, las aves vienen incidiendo en los campos de cultivos de granos, representando una amenaza para la producción de quinua. El control de las aves es un tema complejo que requiere de conocimientos básicos especializados. Las aves son móviles, adaptables, persistentes y por lo tanto difíciles de controlar. Si no se utilizan los métodos adecuados para cada caso se puede fracasar. Los graves problemas provocados por las aves en la agricultura han llevado a diseñar distintas técnicas de control y manejo de poblaciones consideradas plagas; para ello, la National Academy of Sciences, citado por Contreras et al., (2003) sugiere las siguientes recomendaciones para su control: 30 31 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente • Conocer los daños causados por la especie. Analizar el estado de la plaga con el objetivo de lograr la mejor solución ecológica por medio del programa de acción. Se deben evaluar las pérdidas económicas por unidad de superficie. • Es importante la localización geográfica de la especie para establecer procedimientos de control. • Conocer la temporada de mayor presencia de aves para aplicar el mejor sistema de control o prevención. • Conocer el ciclo reproductivo de las especies plaga considerando su relación con otras especies, tanto silvestres como domésticas. • Determinar enemigos naturales de las especies plaga. • Desarrollar técnicas propias de combate, como el uso de feromonas o sustancias equivalentes, así como otras técnicas muy selectivas de control de poblaciones de las aves plaga. Figura 21. Aves plaga en el cultivo de quinua.Foto: Pedro Delgado M. • Elaborar guías de campo de las especies plaga con el objetivo de que sean reconocidas por agricultores o por técnicos y puedan actuar adecuadamente en cada caso. En las últimas campañas agrícolas, la pérdida causada por aves plaga en el cultivo de quinua en Puno fueron del orden del 30 % de la producción (Delgado et al., 2014). En condiciones Actualmente en nuestro país, se está desplegando inmensos esfuerzos para mejorar de la sierra central, las aves pueden alcanzar pérdidas desde el 40 % (Zambrano et al., la producción y productividad de la quinua, es así que el Instituto Nacional de Innovación 2001), hasta un 60 % de la cosecha (Robles et al., 2003). Para las condiciones de costa Agraria, viene generando nuevas variedades de quinua con excelentes características aún no han sido estudiadas ni estimadas. deseables, por otra parte, los agricultores vienen ampliando la superficie cultivada a nivel nacional y mejorando sus capacidades para producir, todo esto sumado a un escenario El ataque es notorio en las variedades dulces como Salcedo INIA y Blanca de Juli. de cambio climático. Simultáneamente, por la disponibilidad de este maravilloso alimento Algunas especies de aves de mayor tamaño y peso, ocasionan el tumbado de las plantas, en campo, las poblaciones de aves granívoras se vienen incrementando alarmantemente exponiendo los granos al suelo y posteriormente a enfermedades fungosas, también en la sierra, esto debido a la alta preferencia que tienen por este grano. se ha podido observar daños severos a nivel de plántula, fundamentalmente en los cotiledones, que los extirpan de tal manera que pueden obligar a resiembras. En el Altiplano peruano, este cultivo es afectado por diversas aves plaga que causan graves daños afectando su desarrollo, rendimiento y calidad del grano (Figura 21); cuyos Se identificaron 20 especies de la avifauna del cultivo de quinua (Tabla 3), pertenecientes efectos negativos tienen cada vez mayor importancia en la economía de los productores, a las familias Columbidae, Emberizidae, Fringillidae, Thraupidae, Psittacidae, Turdidae, quienes se ven impotentes para controlarlos y muchos de ellos recurren a atar plásticos Troglodytidae, Falconidae, Strigidae, Picidae y Tinamidae (Delgado et al., 2014). a las plantas o la permanencia de “pajareros” que los ahuyenten, aun así, los daños son considerables (Delgado et al., 2014). 32 33 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente Tabla 3. a. Patagioenas maculosa Temmink, 1813 Avifauna del cultivo de quinua en el Altiplano peruano. Nombres comunes: “Paloma torcaza”, “paloma cenicienta”. Nombre común Nombre científico Familia Descripción y características morfológicas. Son palomas grandes que “Paloma moteada” Patagioenas maculosa Temmink, 1813 Columbidae alcanzan unos 33 cm de longitud; de color gris azulado en general y con tonalidades púrpuras en el macho; el manto y coberteras alares son de “Paloma rabiblanca” Zenaida auriculata Des Murs, 1847 Colombidae color café grisáceo con algunas puntuaciones blanquecinas; las coberteras “Tortola cordillerana” Metriopelia melanoptera Molina, 1782 Columbidae secundarias formaran unas conspicuas bandas blancas inclinadas posteriormente, contrastando con la parte oscura de las coberteras “Curucuta” Metriopelia ceciliae Lesson, 1845 Columbidae secundarias. En general cuando está en reposo las plumas alares aparentan Columba livia una disposición escamosa con bordes blancos y unas bandas blancas de las “Paloma doméstica” Gmelin Columbidae alas que son mucho más visibles durante el vuelo (Figura 22A). Cola gris “Pecho amarillo” Sicalis uropygialis D`Orbigni y Lafresnaye, 1837 Fringillidae oscura con porciones distales negras (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a).. “Pecho naranja” Sicalis luteola Sparrman, 1878 Fringillidae Etología. Son sociales, a veces formando grandes bandadas, pero “Pichitanka” Zonotrichia capensis Muller, 1776 Emberizadae mayormente son vistos en pequeños grupos o alimentándose en pares. “Frigilo de la puna” Phrygilus punensis Ridgway, 1887 Thraupidae Puede vérselos sobre árboles o arbustos, pero son más frecuentes sobre el suelo. En exhibiciones sobre el suelo abanican y levantan la cola y a su vez “Frigilo pechinegro” Phrygilus fruticeti Kittlitz, 1833 Thraupidae bajan las alas levemente. Las exhibiciones en vuelo son lentos movimientos de la cola. Emiten un canto brusco y las llamadas constituyen gruñidos cortos “Frigilo plomito” Phrygilus plebejus Tschudi 1844 Thraupidae (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). “Jilguero” Sporagra atratus Lafresnaye y d`Orbigny, 1837 Fringillidae Hábitat y distribución. En Sudamérica están distribuidos desde el extremo “Lorito serrano” Psilopsiagon aurifrons Lesson, 1830 Psittacidae sur de Bolivia, alcanzando Paraguay, desde los 1 000 m de altitud, llegando hasta los 4 200 m s. n. m. en el altiplano peruano , pasando por Arequipa “Chiguanco” Turdus chiguanco Lafresnaye y d`Orbigny, 1837 Turdidae hasta la sierra de Lima (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). “Ruiseñor” Troglodites aedon Viellot, 1809 Troglodytidae Se distribuyen además en la zona andina semihúmeda a medianamente áridas, zonas boscosas y arbustivas abiertas, a veces alrededor de bosques, “Cernicalo” Falco sparverius Linnaeus, 1758 Falconidae matorrales, en valles intermontanos y cerca de lugares poblados (Figura 22B). “Alkamari” Phalcobaenus megalopterus Meyen, 1834 Falconidae Reproducción. Se reproducen sobre árboles, nidificando probablemente “Lechuza” “Jucu” Athene cunnicularia Molina, 1782 Strigidae la mayor parte del año. En el altiplano de Puno se ha observado nidadas “Pito” Colaptes rupícola D’Orbigny, 1840 Picidae en bosquetes de eucalipto en gran parte de las zonas aledañas al lago (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). “Perdíz” “Pisaca” Nothoprocta ornata Gray, 1867 Tinamidae Alimentación habitual. Son granívoros, se alimentan de todo tipo de semillas, Fuente: Delgado et al. (2014) principalmente de gramíneas, incluyendo semillas cultivadas (cebada, avena, trigo, quinua, cañihua). Suele apreciársele en grandes bandadas en cultivos 2.4.1 Principales especies de aves plaga de quinua, posados sobre las panojas llegando a tumbarlas por el peso para A continuación, se presenta información sobre el conocimiento de las principales posteriormente alimentarse en el suelo (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado aves plaga que inciden en los campos de cultivo en el Altiplano peruano. et al., 2016a). La taxonomía y actualizaciones de la clasificación y nombres científicos de cada especie están basadas de SACC (2016), las descripciones biológicas y morfológicas de Fjeldsa y Krabbe (1990), Avibase (2016), Delgado et al. (2016a), Loza, et al. (2016) y los mapas de distribución de Schulenberg et al. (2010). 34 35 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B Poseen un vuelo rápido, con gran maniobrabilidad y son desconfiados, aunque en las zonas urbanas se han acostumbrado a la presencia humana. Se alimentan sobre el suelo. En exhibiciones de vuelo planean con el viento en círculos angostos (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Hábitat y distribución. Habitan principalmente zonas semiáridas, tierras abiertas o áreas cultivadas, hasta pequeños bosquetes y matorrales y usualmente asociado a pueblos y ciudades (Figura 23B). Está distribuida en todos los Andes, excepto en partes muy desoladas y áridas de la puna y el área amazónica, principalmente son comunes entre los 2 000 y 3 200 m s. n. m., llegando hasta los 4 400 m s. n. m. en el altiplano de Perú y Bolivia, es también común y ampliamente distribuida en la costa peruana. Considerado como plaga en algunas áreas agrícolas (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Figura 22 P. maculosa Reproducción. Anidan en arbustos y árboles, construyendo un nido . Individuo adulto de (A). Área de distribución en el de ramitas aparentemente muy sueltas. Su gran capacidad de reproducción Perú (B). les permite mantener abundantes poblaciones, se reproducen y crían Fuente: Pedro Delgado M. (A). Schulenberg et al. (2010) (B). la mayor parte del año, aunque con mayor intensidad entre noviembre y marzo. Pueden tener hasta dos posturas anuales de dos huevos cada una; b. Zenaida auriculata Des Murs, 1847 los huevos son blancos, lisos y de unos 29 x 22 mm en promedio (Fjeldsa Nombre común: “Tortolita”, “cuculí”, “kitulita”, “paloma rabiblanca”. y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Descripción y características morfológicas. Es la paloma más común en el Alimentación habitual. Son principalmente granívoros, comúnmente altiplano (Figura 23A), en especial en la región agroecológica circunlacustre se alimenta de semillas de gramíneas y otras herbáceas silvestres, incluyendo y muy frecuente en los Andes peruanos, donde está presente en todas granos cultivados como cebada, trigo, avena y quinua (Fjeldsa y Krabbe, las zonas rurales incluyendo áreas urbanas; tiene un tamaño pequeño, entre 1990; Delgado et al., 2016a). 23 y 28 cm. Cabeza con corona y nuca parduscas, el resto de un color café oliváceo, con una línea negra detrás de los ojos y por la zona auricular; ojos A B y pico oscuro. Partes anteriores del cuello con reflejos rosados a vinoso y plumas iridiscentes con tendencias a verde metálico. Pecho y abdomen vinosos, más claros hacia las zonas inferiores en orientación a la cola, llegando a ser blanquecina en la región subcaudal; las partes delanteras del pecho matizadas entre canela y vino más intenso, especialmente en los machos. Alas entre marrón y gris, con manchas negras posteriores muy notorias cuando están en reposo, las plumas remígeas de color parduzco a grisáceo oscuro, bordeadas de una línea blanquecina; coberteras alares con manchas negras en gradiente. Dorso, lomo y supracaudales gris parduzco. Cola corta parcialmente graduadas hacia la parte media, con plumas rectrices centrales gris pardusco, con banda negruzca subterminal; las tres plumas laterales con amplios bordes terminales blancos, muy visibles en el vuelo. Patas de rosado intenso a coloradas (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Etología. Son sociales, percheros, algunas veces se les suele observar Figura 23. Individuo adulto de Z. auriculata (A). Área de distribución en el Perú (B).Fuente: Pedro Delgado M. (A). Schulenberg et al., (2010) (B). en grandes números y es común que realicen nidadas comunales en árboles o rocas; son frecuentes en perchas diversas y en el cableado eléctrico, en general se les observa mayormente en parejas o en pequeñas bandadas. 36 37 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente c. Metriopelia melanoptera Molina, 1782 los Columbidae, construye un nido de palitos muy ligero. Coloca dos huevos blancos, de tamaño promedio de 29 x 21 mm. (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Nombres comunes: “tortolita cordillerana”. Delgado et al., 2016a). Descripción y características morfológicas. Es una paloma pequeña de unos Alimentación habitual. Se alimentan principalmente de semillas de diversas 21 a 24 cm, presenta una cabeza enteramente parduzco claro, algo más oscuro herbáceas silvestres, aunque también suelen frecuentar muchas zonas en la parte de la nuca; con ojos celestes pálido y pupila oscura con las zonas agrícolas, en especial de granos andinos, en donde se les ha visto alimentarse orbiculares delanteras desnudas a modo de parches anaranjados hasta ávidamente de ellos (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). por debajo de los ojos (Figura 24A). El cuello es gris pardusco con una porción ligeramente blanca en la parte delantera cercana al pico. Presenta un dorso gris pardusco a ceniciento con pecho y abdomen de tono vinoso A B suave. Las alas presentan plumas remígeas primarias y secundarias negras con coberteras en una gradiente de gris claro hasta parches blancos cerca de la región carpeana. En vuelo muestran alas oscuras con líneas grises y manchas blancas conspicuas encima y debajo. La parte baja del cuerpo es de color café terroso pálido (en las hembras) hasta rosado tenue (en los machos). La cola es de color negro con borde de forma cuadrangular. El pico es negro y patas pardas oscuras. Puede ser distinguida fácilmente por sus alas negras con una mancha blanca en el doblez; en vuelo, esta mancha aparece como una banda blanca que separa los colores negros de las primarias y secundarias de las coberteras grises (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Etología. Son de comportamiento social sobre el suelo, usualmente en pequeñas bandadas muy ceñidas, pero a veces suelen formar grandes bandadas y otras veces solitaria. A diferencia de otros se entierran en el Figura 24. Individuo adulto de M. melanoptera (A). Área de distribución en el Perú (B). suelo como un comportamiento de “baño”, con frecuencia se posan en los Fuente: Pedro Delgado M. (A). Schulenberg et al. (2010) (B). árboles. En sus exhibiciones en el aire, vuelan para arriba y se deslizan para abajo sucesivamente, buscando aproximarse a otra ave. Emiten un sonido d. Metriopelia ceciliae Lesson, 1845 discreto y al levantar vuelo el aleteo provoca un cascabeleo leve (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Nombres comunes: “Cascabelita”, “curucuta”, “tortolita cordillerana”. Hábitat y distribución. Prefieren acercarse a los bordes de los bosques Descripción y características morfológicas. Pequeño columbido de unos 17 a en regiones áridas y semiáridas (Figura 24B). Durante el medio día se 18 cm de longitud, con ligero dimorfismo sexual entre machos y hembras, alimentan sobre pastizales generalmente lejos de áreas arbóreas, pero en las en general son de un color terroso manchado, con cabeza gris parduzca mañanas y en las tardes buscan zonas arbustivas o arbóreas, especialmente con frente y corona de tonalidades vinosas al igual que el cuello y la zona con Polylepis o también sobre áreas de cultivo y cercanos a viviendas de la garganta blanquecina o clara (Figura 25A). El pecho en la parte superior y muchas veces están asociados a cactáceas columnares o relictos de puyas. vinosa en el macho y grisáceo en la hembra; pecho inferior, abdomen Se distribuyen en la mayor parte de los Andes desde los 2 000 hasta 4 800 y subcaudales de color marrón amarillento . Presenta alas de color pardo m s. n. m. Su distribución abarca desde los Andes de Argentina, Chile, Bolivia negruzco, con las rémiges secundarias blanquecinas en sus extremos. La cola y Perú hasta el norte de Junín y aisladamente en Cajamarca y los páramos es corta y gris pardusca , con el dorso y supracaudal bastante moteada y puntas entre Ecuador y Colombia (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a).. de timoneras externas claras (las tres rectrices externas). Los ojos con borde periocular desnudo de color anaranjado intenso , bastante conspicuo . El pico Reproducción. Anidan en arbustos, pequeños árboles, cactus y puyas, es negruzco con el extremo muy oscuro y patas rosadas (Fjeldsa y Krabbe, muy ocasionalmente en viviendas o sobre el suelo. Ponen sus huevos entre 1990; Delgado et al., 2016a). agosto y octubre en las regiones del norte, entre marzo y mayo en el Perú y, entre diciembre a febrero en el en las regiones del sur. Generalmente Etología. Especie social, frecuentemente en bandadas pequeñas, a veces anida en bandadas de 10 a 20 parejas, cerca de riachuelos, como todos sólo se observan en parejas, las alas producen un silbido que cascabelea 38 39 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente fuertemente cuando emprende el vuelo. Se mimetiza perfectamente e. Columba livia Gmelin, 1789 en suelos de cultivo y lugares pedregosos (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Nombres comunes: “Paloma doméstica”, “paloma de Castilla”. Hábitat y distribución. Frecuentan principalmente pastizales, pajonales, Descripción y características morfológicas. De 35 a 37 cm de largo, es la áreas de cultivos y terrenos pedregosos; a menudo centros poblados. paloma más común que conocemos los citadinos ya que están presentes Son bastante común y ampliamente distribuidas en la vertiente Oeste de los en casi todas las ciudades. Sus colores más generalizados son tonalidades Andes y valles intermontanos entre los 1 700 – 4 100 m s. n. m e inclusive diversas del gris, siendo más oscuros en el dorso y casi negros e intercaladas en zonas semiáridas; su distribución abarca los altos Andes de Perú, Bolivia con gris claro en las alas, el vientre hasta las subcaudales gris claro y la y Norte de Chile . En el Perú está distribuido principalmente desde los Andes garganta y pecho con tonos azulados, verdes y violetas metálicos iridiscentes, del sur del Perú alcanzando hasta el valle del Marañón (Figura 25B). mucho más pronunciado y abultado en los machos. Cabeza gris apizarrado, En el altiplano se observan desde la zona circunlacustre hasta las partes altas iris rojo, pico gris oscuro con prominente vesícula de cera en la base; patas abiertas (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). rosadas a rojizas (Figura 26A). Sin embargo, este patrón de colores no es totalmente definitivo ya que existen ejemplares marrones, rojo ladrillos, Reproducción. A diferencia de las demás tórtolas, que anidan en arbustos grises manchados de blanco e inclusive totalmente blancos (Fjeldsa y Krabbe, y árboles en una plataforma de palitos duros y secos, la curucuta lo hace 1990; Delgado et al., 2016a). en el suelo, en huecos de paredes o taludes de laderas e inclusive en techos de viviendas rurales o periurbanas (tejados, de calamina o de paja). Sus nidos Etología. Son muy sociables, casi siempre conforman grandes bandadas son voluminosos, hechos con materiales blandos como pajas suaves, pelos, y en los parques y plazas de ciudades grandes se llegan a contar por cientos. lana y plumas. Los huevos tienen un tamaño promedio de 24 x 17 mm. Se pueden apreciar diferentes patrones de comportamiento, siendo el más (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). destacado el del cortejo donde el macho desarrolla cantos fuertes a modo de mugido rodeando altivamente a la hembra; el comportamiento agonista Alimentación habitual. Se alimentan de granos de diferentes especies implica diferentes formas de lucha entre machos principalmente por pareja. de gramíneas que conforma el pajonal cordillerano. Se le ha visto alimentarse Son monógamos sólo al momento de la cría (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado también de granos de quinua y cañihua en los campos de cultivo y cuando et al., 2016a). el producto es acopiado (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Hábitat y distribución. Son muy abundantes en las áreas urbanas, nidificando en techos torres, iglesias, monumentos, árboles, etc., por lo que a veces A B afecta el ornato de las ciudades; también se adaptan a la vida del campo frecuentando especialmente campos de cultivo donde se producen diversos tipos de granos (Figura 26B). Es originaria del Norte de África, Oriente Medio y Asia, aunque en la actualidad se distribuyen por casi todo el mundo y en el Perú, esepcialmente en el altiplano, es observado principalmente en ciudades, zonas periurbanas y áreas rurales (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Reproducción. Se reproducen durante todo el año, elaboran sus nidos de materiales diversos como palitos, paja, lana, cabellos, entre otros. Ponen en general dos huevos que son incubados por ambos padres (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Alimentación habitual. En las ciudades se alimentan de granos, de desperdicios de comida y alimentos que la gente les proporciona en los Figura 25. Individuo adulto de M. ceciliae (A). Área de distribución en el Perú. Schulenberg (2010) (B). parques y viviendas. En el campo atacan plantaciones de cebada, avena, Fuente: Pedro Delgado M. (A). et al. trigo, quinua, constituyendo un factor de riesgo para la producción agrícola de estos cultivos (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). 40 41 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B permanecen activos hasta entrado el anochecer; a veces cantan durante la noche. Tienen un canto característico, aunque no muy melodioso, pero muy variable incluso con notorios dialectos regionales (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Hábitat y distribución. Son muy comunes en ambientes humanos y en una gran variedad de hábitats, desde pastizales, arbustos, zonas húmedas hasta lugares áridos y muy fríos, pero en bosques húmedos solamente a los lados de las carreteras. Es habitual encontrarlos también en jardines de zonas urbanas, campos agrícolas y otros hábitats abiertos. Común y ampliamente están distribuidos en la costa y los Andes del Perú, desde el nivel del mar hasta los 4 500 m s. n. m.; ausentes en los bosques de neblina. En la vertiente oriental alcanzan hasta los 350 m s. n. m. en el valle del Huallaga, son mucho más comunes en la vertiente occidental de los Andes. Abarcan desde el sur de Chile y Argentina, Bolivia, Perú y Colombia, llegando incluso hasta Centro Figura 26. Individuo adulto de C. livia (A). Área de distribución en el Perú (B). América (Figura 27B). En el altiplano es mucho más frecuente en la zona Fuente: Pedro Delgado M. (A). Schulenberg et al. (2010) (B). circunlacustre (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). f. Zonotrichia capensis Muller, 1776 Reproducción. Se reproduce durante todo el año, cada ave incluso dos veces por año; los picos reproductivos dependen del lugar de distribución; en Puno Nombres comunes: “Gorrión andino”, “gorrión americano”, “pichitanka”. es principalmente entre marzo y abril; en Cusco en julio y agosto y en todas Descripción y características morfológicas. Es el inconfundible y común las estaciones en la costa Suroeste del Perú. El nido lo construyen en cualquier gorrión de los Andes y es una de las aves más fáciles de observar en todo tipo arbusto, árbol chico o matorral, a 1 o 2 m de altura, aunque a veces lo hacen de ambiente, mide entre 14 y 15 cm. La cabeza presenta un característico en el suelo escondido entre el pasto, presentando una forma semiesférica copete gris en la corona, con dos bandas laterales negras notorias desde y de unos 13 cm de diámetro. Para confeccionarlo usan pajas u otro material la base del pico hasta la nuca, una a la altura de la corona y la otra en la línea vegetal para su estructura externa, la cara interna suele estar conformado de los ojos, con una banda superciliar gris entre ellos; una tercera línea negra de pelos, cerdas y plumón; la nidada consta generalmente de tres huevos nace de la mandíbula inferior orientada hacia el dorso, estas líneas son más de color verde pálido o celeste con manchas, pintas o anillos café oscuro desarrolladas y visibles en el macho. Garganta blanquecina a gris claro o café lila, de 19 x 15 mm, la incubación dura entre 11 y 13 días. Los pichones delimitada con el vientre por una línea negra y por un collar en banda color permanecen en el nido entre 10 y 11 días (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado ladrillo que se extiende desde la nuca hasta los lados del pecho sin unirse et al., 2016a). en esa zona. El dorso marrón rojizo con rayas negruzcas, coberteras alares Alimentación habitual. Se alimentan de semillas e insectos, principalmente con bandas blancas. Pecho café claro, todo el vientre gris blanquecino y cola en el suelo, suelen alimentarse también ocasionalmente sobre arbustos marrón oscuro (Figura 27A). La hembra presenta el collar más delgado y árboles. Es muy frecuente su alimentación sobre cultivos de grano como y de un color general más pardusco, sin las plumas de la corona formando cebada, trigo, avena y en el altiplano tienen una gran preferencia por granos un copete. El individuo inmaduro o juveniles con plumaje más uniforme de quinua y cañihua. En las ciudades se alimentan también de restos y rayado, presenta plumas jaspeadas en el dorso y sin la banda ladrillo de comida (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). en el cuello o débilmente visible, pecho café claro terroso, muy vermiculado longitudinalmente de café oscuro. Pico negro y patas marrón claro con tres dedos orientados hacia adelante y uno hacia atrás (el hallux) (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Etología. Se los observan en pares o en grupos pequeños, muy frecuentemente se alimentan en el suelo, así como en perchas de arbustos y árboles; puede formar grandes bandadas cuando no están en época reproductiva, suelen formar grupos con otras especies de Paseriformes. No son tímidos, 42 43 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B Cusco, Ayacucho, Junín y hasta Cajamarca (Figura 28B) (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Reproducción. Se reproducen casi todo el año, aunque depende del lugar de distribución; en Puno incuban en abril y junio; en Cusco en mayo y julio; en Moquegua en mayo. Incuban en perchas de barrancos, en agujeros en grupo e incluso en techos de viviendas (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Alimentación habitual. Se alimentan de semillas, así como de granos de cultivos como quinua, cañihua, kiwicha, entre otros (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). A B Figura 27. Individuo adulto de Z capensis (A). Área de distribución en América (B). Fuente: Pedro Delgado M. (A). Schulenberg et al. (2010) (B). g. Sicalis uropygialis D`Orbigni y Lafresnaye, 1837 Nombres comunes: “Triguerito”, “kellopesko”, “pecho amarillo”. Descripción y características morfológicas. Pajarito de 13 a 14 cm de longitud, con un color de fondo amarillo tenue, más nítido en el macho y más visible en la cabeza y el vientre, muy notoria una mancha gris entre las mejillas y auriculares, parte dorsal gris pardusco incluyendo las alas en el macho, que se contrasta durante el vuelo con la rabadilla amarilla; con visibles bandas oscuras en la cola. La parte infracaudal de la cola presenta una tonalidad oliva (Figura 28A). La hembra presenta una corona estriada con tinte marrón y el Figura 28. Individuo adulto de S. uropygialis (A). Área de distribución en el Perú (B). dorso es más pardusco, estriado con bandas más oscuras (Fjeldsa y Krabbe, Fuente: Pedro Delgado M. (A). Schulenberg et al. (2010) (B). 1990; Delgado et al., 2016a). h. Phrygilus punensis Ridgway, 1887 Etología. Algunas veces suelen apreciarse en pares, pero usualmente en bandadas principalmente en la época de reproducción. No son tímidos, Nombres comunes: “Frígilo de la puna”, “chukilikito”. emiten cantos desde las rocas y techados que incluye un fuerte gorjeo que disminuye progresivamente, ello incluye una serie de cantos rechinantes, Descripción y características morfológicas. De unos 15.5 cm de largo cada una repetida varias veces antes de continuar con la siguiente (Fjeldsa en promedio, de aspecto robusto, el pico pálido resplandece al sol ya que y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). presenta un color negro brillante, el macho con cabeza, cuello y parte alta del pecho plomizo oscuro a casi negro, bordeado en su alrededor de un oliva Hábitat y distribución. Son comunes en salientes rocosas, laderas pedregosas oscuro, pecho inferior amarillo, dorso y rabadilla oliva tenuemente teñido altas, sobre el suelo, techos de viviendas, pastizales y herbáceas de porte de dorado, supracaudales negruzcas, alas y cola gris oscuro a negruzcas, corto, sobre todo en la puna, incluyendo poblados y ciudades. Se distribuyen partes bajas amarillo dorado débilmente teñido de castaño; flancos bajos desde los 3 200 hasta 4 800 m s. n. m. y raramente por debajo de los 1 200 y abdomen blanquecinos, coberteras de la cola por debajo gris oscuras m s. n.m. Su rango incluye desde Cajamarca en Perú, Cochabamba en Bolivia, bordeado de blanco. La hembra similar, pero gris más claro en la cabeza, alas Tucuman en Argentina hasta Antofagasta en Chile y en general todo y cola más pálidos, corona delantera usualmente con líneas tenues (Figura el altiplano peruano boliviano. En el Perú abarcan Tacna, Moquegua, Puno, 29A) (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). 44 45 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente Etología. Generalmente solitarios o en parejas, en invierno en pequeñas i. Phrygilus fruticeti Kittlitz, 1833 bandadas. Su canto es una serie repetitiva de gorjeos cortos, en el vuelo hacen llamados finos, agudos y repetitivos (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado Nombres comunes: “Frigilo pechinegro”, “frigilo negro de la sierra”. et al., 2016a). Descripción y características morfológicas. De unos 17 cm de largo Hábitat y distribución. Son observadas en campos abiertos con pastizales en promedio. El macho con la cabeza, manto, lomo y flancos gris oscuro al nivel del suelo, áreas rocosas y en lugares con plantas arbustivas dispersas apizarrado, garganta y pecho negros, abdomen gris claro a blanco, alas de porte bajo. Algunas veces frecuentan árboles, campos de cultivos y áreas negras apizarradas con dos pequeñas bandas blancas, pico amarillo pobladas. Más o menos común y relativamente distribuido en los Andes, y patas amarillo oscuro. La hembra con cabeza, cuello posterior y manto desde los 2 800 a 4 800 m s. n.m., localmente puede bajar hasta los 2 400 m pardos con rayas oscuras, auriculares y lados de la cara leonados, garganta s. n. m., especialmente en épocas secas. En el Perú están distribuidos desde y pecho blanquecino, con rayas longitudinales parduzcas, remiges primarias Cajamarca hasta el valle del Colca, la sierra de Arequipa y Cusco, hasta y secundarias oscuras bordeadas de café, pico y patas pardo oscuro (Figura el altiplano de Puno (Figura 29B), llegando hasta la Paz en Bolivia. En el 30A). En ambos sexos ojos café. Los inmaduros son semejantes a la hembra altiplano se le ha observado frecuentar árboles de eucalipto, Polylepis y en (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). inflorescencias de Puya raymondii (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., Etología. Son aves sociables que se desplazan en parejas y ocasionalmente 2016a). se une a bandadas mixtas. Durante la líbrea nupcial el macho vuela unos Reproducción. El nido es construido con tallos de pastos secos y forrado 2 o 3 m encima de arbustos luego se desliza hacia abajo sobre la hembra interiormente con pastos más finos o lana, escondidos al nivel del suelo entre haciendo vibrar las alas vocalizando todo el tiempo. Cuando es perturbado el pastizal, en arbustos tupidos e incluso en alteros de chozas o viviendas. tiende a volar grandes distancias , el canto es un zumbido muy poco agradable En Puno ponen sus huevos en mayo y junio, en enero en Junín y en abril seguido por una nota corta y rechinante (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado en La Paz. Los huevos son de un tono verde azulado manchado con pintas et al., 2016a). marrones más cargadas en el lado obtuso y de un tamaño de 22 x 15 mm en Hábitat y distribución. Viven preferentemente en laderas de cerros, entre promedio (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). matorrales o arbustos, suelen vérselos también en pajonales, roquedales, Alimentación habitual. Se alimenta principalmente de semillas sobre zonas semiáridas y campos de cultivos de granos. Esta ampliamente el suelo, también en árboles, inflorescencias de Puya raymondi y son poco distribuido en los Andes, desde los 2 300 a 4 200 m s. n. m., desde el Sur frecuentes en campos de cultivo. En el altiplano se le aprecia consumiendo de Cajamarca hasta Arequipa y Puno en el Perú (Figura 30B). Abarca también semillas de granos de quinua que caen al suelo (Fjeldsa y Krabbe, 1990; el altiplano boliviano, Arica y Tarapaca en Chile y Jujuy en Argentina (Fjeldsa Delgado et al., 2016a). y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Reproducción. Anidan en grupos durante casi todo el año, en laderas A B y quebradas entre arbustos y matorrales. El nido está formado por tallitos sueltos y forrado con vegetales blandos; la nidada consta de dos a tres huevos de fondo azúl verdoso pálido con gran cantidad de pintas oscuras, de unos 25 x 17 mm. Ponen sus huevos en enero en Argentina, en octubre en Chile y en diciembre en el altiplano peruano boliviano (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Alimentación habitual. Se alimentan de semillas sobre el suelo, sobre perchas de arbustos y rocas, ocasionalmente se les observa en campos de cultivos de granos. En el altiplano peruano se han reportado alimentarse con granos de quinua, en especial de los que caen al suelo (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Figura 29. Individuo adulto de F. punensis (A). Área de distribución en el Perú (B). Fuente: Pedro Delgado M. (A). Schulenberg et al. (2010) (B). 46 47 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B Reproducción. Ponen sus huevos entre marzo y abril en Cusco; en julio en Arequipa; en Puno entre junio y julio y en octubre en Bolivia y Arica. Suelen anidar entre pedregales y laderas de cerros, sus nidos tienen material blando por dentro en el que colocan tres huevos de color azulino pálido con pintas marrones, de unos 17 mm de largo aproximadamente (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). Alimentación habitual. Se alimenta principalmente de semillas sobre el suelo, en perchas sobre rocas, cactus o arbustos; también consumen granos de plantas cultivadas como quinua y cañihua en el altiplano (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Delgado et al., 2016a). A B Figura 30. Individuo adulto hembra de F. fruticeti (A). Área de distribución en el Perú (B). Fuente: Pedro Delgado M. (A). Schulenberg et al. (2010) (B). j. Phrygilus plebejus Tschudi 1844 Nombres comunes: “Frigilo plomito”, “frigilo plebeyo”, “cañihupeskito”. Características morfológicas. Son aves pequeñas de 11 a 13 cm de largo y de color gris ceniciento con estrías finas oscuras en la cabeza; más gruesas y largas en el dorso, con el lomo y supracaudales apizarradas. La parte de la garganta es blanquesina con el abdomen y partes inferiores y, subcaudales blancas. Los ojos presentan ribete blanquecino y superciliar gris claro. Las patas son de color café y pico grisáceo . Ambos sexos son similares, Figura 31. Individuo adulto de F. plebejus (A). Área de distribución en el Perú. Fuente: los inmaduros son más marrones y rayados (Figura 31A) ( Fjeldsa y Krabbe, Pedro Delgado M. (A). Schulenberg et al. (2010) (B). 1990; Delgado et al., 2016a). Etología. Forman grandes bandadas y a menudo con otros fringilos, raramente 2.4.2 Fluctuación poblacional de aves en quinua solitarios. Su canto es un trino metálico y zumbante (Fjeldsa y Krabbe, 1990; Las poblaciones de aves generalmente presentan un crecimiento logístico Delgado et al., 2016a). que van ajustando su velocidad de crecimiento según la resistencia que opone Hábitat y distribución. Viven en laderas, zonas pedregosas y pajonales el ambiente. La etapa de aceleración se produce cuando el número de individuos con vegetación baja, prefiriendo sitios secos y hábitats abiertos de los está lejos de la capacidad de carga, lo que significa que aún hay disponibilidad altos Andes. También frecuentan matorrales, pastizales de puna y campos de recursos, especialmente cuando el recurso alimenticio se encuentra cultivados. Son tolerante a condiciones relativamente áridas y hábitats en cantidades suficientes en la etapa reproductiva, como es el caso de la degradados como en praderas muy pastoreadas y con fuerte actividad disponibilidad de quinua entre los meses de febrero a mayo en la sierra y casi humana; también en bosques de Polylepis y campos de cactáceas. todo el año en la costa, por lo que la densidad poblacional no es lo bastante Se distribuyen desde los 2 400 hasta 4 700 m s. n. m., desde la sierra baja como para dificultar el encuentro entre sexos diferentes, lo que constituye de Ecuador, casi todos los andes peruanos, hasta Antofagasta en Chile, un riesgo latente de la presencia de aves granívoras en los cultivos de quinua pasando por el Este de Bolivia y Mendoza en Argentina. En el Perú suele en el Perú. alcanzar su distribución en matorrales desérticos por debajo de los 1 000 En el altiplano, las aves granívoras pueden ingresar a los campos de quinua desde m s. n. m. en la costa Noroeste y en la parte central semiárida del valle que empiezan a formarse los granos en las panojas (Figura 32), aumentando del Marañón. En el altiplano peruano es más frecuente observar bandadas la incidencia en la fase de grano lechoso (marzo) y en grano pastoso (abril) encima de los 4 000 m s. n. m. (Figura 31B) (Fjeldsa y Krabbe , 1990; Delgado et al., 2016a). 48 49 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente hasta alcanzar la mayor incidencia durante la madurez fisiológica (mayo) con un Incidencias de la avifauna granívora según hora del día promedio de 192.79 individuos por hora, lo que sugiere una preferencia por el grano bien desarrollado (Loza et al., 2016). La paloma P. maculosa frecuenta principalmente en horas de la mañana, Z. auriculata muestra mayores poblaciones también en la mañana siendo significativamente menores por las tardes. Z. capensis y S. uropygialis no evidencian preferencias por horarios. En general todas las aves tienen una frecuencia de ingreso a los campos de cultivo de 43.56 % por la mañana, 30.84 % al mediodía y 25.59 % por la tarde (Figura 33). Según ello, los momentos más críticos de ataque por aves plaga en el cultivo de quinua serían en las mañanas (entre 6 y 8 de la mañana) (Loza et al., 2016). Figura 32. Fluctuación de las poblaciones de avifauna granívora en el cultivo de quinua según etapas fenológicas (EE Salcedo, INIA). Letras diferentes entre períodos fenológicos indican diferencias significativas a la prueba de Tuckey (α = 0.05). Fuente: Loza et al. (2016). Según especies, P. maculosa tiene mayor incidencia entre los períodos de grano pastoso hasta el emparve y las poblaciones de Z. auriculata tienen similar comportamiento; a diferencia, Z. capensis tiene incidencias similares en las cuatro etapas del cultivo. S. uropygialis incide mayormente en grano pastoso Figura 33. Incidencias de las poblaciones de las cuatro especies de aves granívoras más abundantes en el cultivo de quinua y madurez fisiológica. Esto evidencia la existencia de nichos relacionados a la según horarios (promedios ± EE. Letras iguales en las barras de cada especie indica similitudes estadísticas ante la prueba de Tukey). fenología del grano por cada especie, por ello las precauciones para su control Fuente: Loza et al. (2016). deberían considerar estas características (Tabla 4). 2.4.3 Daños ocasionados por aves Tabla 4. Las aves granívoras pueden empezar a dañar la quinua más de un mes antes Incidencia de las especies de aves granívoras más abundantes en el cultivo de quinua, según de la cosecha, pero ocurre generalmente cuando el cultivo comienza a tomar período fenológico (promedio ± error estándar). una tonalidad amarillenta, que corresponde a la maduración del grano (Figura Nº aves promedio/hora/ha 34). Está demostrado que el daño aumenta gradualmente desde el inicio de la Período fenológico P. maculosa Z. auriculata Z. capensis S. uropygialis maduración y es más común que los daños sean más considerables al final de la temporada, poco antes de la cosecha. El color puede ser un indicativo para Grano lechoso 13.72 ± 2.38 b 5.18 ± 1.40 b 23.52 ± 1.76 a 12.67 ± 2.38 b que las aves identifiquen granos maduros y nutritivos. Grano pastoso 26.63 ± 6.80 ab 28.03 ± 5.47 a 23.70 ± 1.58 a 37.52 ± 4.72 a Madurez fisiológica 51.57 ± 11.83 a 37.43 ± 8.39 a 19.50 ± 3.21 a 32.35 ± 7.46 a Emparve 42.33 ± 14.04 a 22.5 ± 7.51 a 14.5 ± 0.76 a 14.50 ± 1.73 b Letras diferentes entre filas indican diferencias significativas con la prueba de Tukey (α = 0.05) (Loza et al., 2016). 50 51 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente avistar especies netamente insectívoras como T. aedon al que se le ha visto alimentarse de larvas de polilla en las panojas. La Tabla 5, muestra algunas características de la alimentación y el tamaño de las aves registradas al interior de los campos de quinua. Se observa que la especie más grande es la paloma P. maculosa con un peso mayor de 4 kg, a las que se ha encontrado por individuo un promedio de 6.9 g de granos de quinua, por lo que ésta especie constituiría la principal especie plaga del cultivo, seguida de Z. auriculata con un consumo de 3.9 g. Las demás aves que incluyen diferentes paseriformes no constituirían amenazas importantes, debido a su pequeño tamaño, a sus bajas poblaciones y a que además consumen semillas de malezas e incluso insectos (Delgado et al., 2014) (Delgado, 2016a). Tabla 5. Contenido estomacal de las principales aves plaga del cultivo de quinua. Figura 34. Daño ocasionado por aves plaga en la etapa de maduración. Foto: Pedro Delgado M. Peso del ave Composición tracto Número de Peso total Especie (g) digestivo granos de de granos de Otras características como estado vegetativo y condiciones morfológicas de la quinua quinua (g) planta también podrían determinar la preferencia y el nivel de daño por aves Patagioenas maculosa 310.0 ±12.5 Gq, Gm, Thp, P, O 1 122.5 ± 231.3 6.9 ± 2.2 en el cultivo de quinua; estas incluirían la variedad, tamaño del grano, color, altura y vigor de la planta, aspectos que deben ser considerados en futuras Zenaida auriculata 142.2 ± 6.8 Gq, Gm, Thp, P, O 817.4 ± 124.2 3.9 ± 1.9 investigaciones. Metropelia melanoptera 108.4 ± 7.3 Gq, Gm, Thp, P, O 318.1 ± 58.4 2.2 ± 1.5 En general, los daños más importantes son ocasionados por el grupo de aves Metropelia ceciliae 97.5 ± 7.1 Gq, Thp, P, O 222.6 ± 88.6 1.9 ± 1.5 más frecuentes y abundantes en los campos de cultivo, que incluyen a palomas como P. maculosa (31.8 %), Z. auriculata (25 %) y M. melanoptera (15.2 %), Sicalis uropygialis 31.9 ± 4.0 Gq, P, O 120.8 ± 38.7 0.9 ± 0.5 seguidas de paseriformes de menor tamaño como S. uropygialis (10.4 %) y Z. Sicalis sp. 44.6 ± 5.5 Gq, P, O 52.0 ± 51.5 0.2 ± 0.8 capensis (4.9 %) (Delgado et al., 2014). Otra evaluación en el altiplano reporta que las especies más abundantes son P. maculosa (28.76 %), S. uropygialis Zonotrichia capensis 27.6 ± 3.9 Gq, Gm, P, O 41.2 ± 11.0 0.1 ± 0.2 (25.61 %), Z. auriculata (22.15 %) y Z. capensis (20.29 %), en este caso M. Phrygilus punensis 34.2 ± 2.8 Gq, Gm, P, L 86.5 ± 31.3 0.6 ± 1.0 melanoptera tuvo una mínima población (0.16 %) (Loza et al., 2016). En definitiva, la composición poblacional de la avifauna granívora en los campos de cultivo Phrygilus fruticeti 22.4 ± 4.7 Gq, Gm, L, O 37.2 ± 21.4 0.2 ± 0.04 siempre tendrán ciertas variaciones año tras año, de modo que ocasionalmente Phrygilus plebejus 18.6 ± 6.6 Gq, Gm, P, L, O 49.9 ± 12.5 0.3 ± 0.7 algunas especies aumentarán sus poblaciones y otras disminuirán, lo cual dependerá de las condiciones ambientales (clima, competencia inter e intra Carduelis atrata 27.3 ± 5.8 Gq, Gm, L, O 178.7 ± 5.5 1.2 ± 0.5 específica, tasa reproductiva, nivel de predación o disponibilidad de otros Psilopsiagon aurifrons 36.0 ± 9.2 Gq, Gm, O 9.6 ± 8.5 0.1 ± 0.05 recursos) que prevalecen cada temporada y tiene influencia distinta para cada especie de ave. Sin embargo, regularmente existen especies que prevalecen Turdus chiguanco 88.2 ± 11.4 L, O - - año tras año (las mencionadas arriba) y a las que se debe apuntar las estrategias Troglodites aedon 29.0 ± 8.3 Gm, P, L, O - - de control. Nothoprocta ornata 178 ± 14.4 O - - Así, existen otras especies granívoras que tienen menor frecuencia como P. fruticeti, P. plebejus y C. atrata, cuya alimentación es granívora – insectívora, Colaptes rupicola 152 ± 10.2 L, O - - cuyos daños no son significativos debido a su baja incidencia, pequeño tamaño Gq = granos de quinua, Gm = granos de malezas, Thp = Restos de trozo de hojas y panojas de quinua, P = piedrecillas, L = larvas y escasa abundancia (menos del 1 % de las poblaciones), inclusive se pueden de E. quinoae, O = Otros Fuente: Delgado et al. (2014); Loza, et al. (2016); Pauro (2006). 52 53 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente La frecuencia de ocurrencia de granos de quinua en los buches de P. maculosa, Z. auriculata y S. uropygialis fue del 100 %, es decir se encontró en todos los tractos digestivos de los individuos evaluados de estas especies, excepto en Z. capensis cuya ocurrencia alcanzó el 33 %. Según el índice de importancia relativa (IRI) en la alimentación de P. maculosa los granos de quinua constituyeron el 82.66 % de su dieta, para S. uropygialis de 70.13 %, para Z. auriculata de 59.46 % y para Z. capensis el 35.90 %. Análisis adicionales mostraron que P. maculosa consume diariamente 23.79 g de granos de quinua, Z. auriculata 15.54 g, S. uropygialis 1.5 g y Z. capensis 0.54 g; esto confirma que sólo las dos primeras especies son realmente dañinas al cultivo (Tabla 6). El nivel de daño a la quinua por aves dependerá de la cantidad y de las especies de aves que incidan al cultivo durante su desarrollo, por ello se reitera que es 3 importante establecer los umbrales de daño económico para cada especie y en cada región agroecológica. Las estimaciones sobre el porcentaje de pérdidas de granos de quinua que pueden ocasionar las especies de aves granívoras más frecuentes en el cultivo de quinua. Tabla 6. Características de la alimentación de aves granívoras en campos de quinua y estimación de la pérdida ocasionada en el producto (E.E. Salcedo INIA Puno). % IRI Frecuencia Importancia Consumo Pérdida en Especie ocurrencia quinua como diario granos producción quinua (%) alimento quinua (g) (%) Patagioenas maculosa 82.66 100 Alta 7.93 10.73 Zenaida auriculata 59.46 100 Alta 5.18 5.16 Sicalis uropygialis 70.13 100 Alta 0.5 0.62 Zonotrichia capensis 35.9 33 Media 0.18 0.22 TOTAL 16.73 Fuente: Loza et al. (2016), Delgado et al. (2014) Entre todas las aves que inciden en el cultivo P. maculosa puede consumir el 64 % del total de granos que consumen entre todas las aves, Z. auriculata el 31 %, S. uropygialis el 4 % y Z. capensis el 1 %. Las demás especies que suelen ingresar al campo de quinua no superan el 0.1 %. Finalmente se categorizan como aves plaga clave para el cultivo en el altiplano a P. maculosa y Z. auriculata, para las que se debe planificar las medidas pertinentes de control y manejo, mucho más porque estas especies regularmente conforman bandadas al ingresar al campo de cultivo. Debido a los reducidos volúmenes de quinua que logran consumir S. uropygialis y Z. capensis se les consideraría como plagas potenciales. Así mismo se sugiere cosechar los granos de quinua inmediatamente después que alcancen la madurez y luego proteger físicamente el emparve. No toda la diversidad de aves granívoras que acuden al cultivo de quinua debe ser necesariamente catalogada como plaga, por ello es importante definir su condición. 54 55 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente 3. Manejo integrado de plagas (MIP) 3.1.1 Control biológico de plagas insectiles La FAO conceptualiza al MIP como: “la cuidadosa consideración de todas las técnicas disponibles El control biológico es definido por (DeBach, 1964) como “la acción de parásitos, para combatir las plagas y la posterior integración de medidas apropiadas, que disminuyen depredadores o patógenos que mantienen poblaciones de otros organismos el desarrollo de poblaciones de plagas y mantienen el empleo de plaguicidas y otras a un nivel más bajo de lo que pudiera ocurrir en su ausencia”. Se distingue intervenciones a niveles económicamente justificados y que reducen al mínimo los riesgos de otras formas de control de plagas por funcionar de una manera dependiente para la salud y el ambiente”. de las densidades de las poblaciones; si los biocontroladores se incrementan en intensidad y dañan una buena parte de la población, su densidad La estrategia del MIP utiliza varios métodos biológicos, físicos, químicos, mecánicos, genéticos, se incrementa y vice-versa (DeBach y Rosen, 1991). culturales y legales para el control de plagas. Estos métodos pueden ser aplicados en diferentes etapas como la prevención, observación y aplicación. El control biológico es la contención de las plagas mediante sus enemigos naturales, como los parasitoides, depredadores y patógenos. Los parasitoides El MIP del cultivo de quinua, que a continuación tratamos, enfatiza la producción orgánica son insectos que viven a expensas de otro insecto (hospedero) del que promoviendo el control natural de las plagas endémicas, sin pretender erradicarlos y si se alimenta progresivamente hasta causarle la muerte, completando su propio minimizar sus efectos. En la Figura 35, se muestra los componentes del manejo integrado desarrollo. Los depredadores son insectos u otros animales que causan de plagas basado en métodos compatibles de control biológico, etológico, físico y cultural. la muerte de las plagas (presas), en forma más o menos rápida succionándoles la sangre o devorándolas. Los patógenos son microorganismos (virus, bacterias, protozoarios, hongos y nematodos) que causan enfermedades o epizootias → Rotación de cultivos ← Entomopatógenos entre las plagas (DeBach, 1964). → Semilla de calidad ← Control biológico ← Depredadores En todos los campos de cultivos existe cierto grado de control natural. → Siembra en surco Parasitoides En el cultivo de quinua se evaluaron a estos agentes de control con resultados ← muy alentadores por su riqueza de controladores biológicos, así como por las Trampas con posibilidades de incrementar su efectividad. Control → Densidad de siembra → INSECTOS ← feromonas sexuales cultural a. Control biológico causado por parasitoides nativos Uso de estiercol → Control etológico Trampas de luz procesado ← ← En el agroecosistema del Altiplano, se registran siete especies de parasitoides Plantas de Eurysacca que corresponden a una especie de microavispa, cinco especies → Aporque ← repelentes/biocidas de avispas y una especie de mosca cuya descripción técnica resumida se presenta a continuación: → Desmalezado → ENFERMEDADES ← Antagonistas Copidosoma koheleri Blanchard (Hymenóptera: Encyrtidae). MALEZAS Endoparasitoide gregario de 0.8 a 1.2 mm de longitud, de color negro → brillante con antenas acodadas con 12 segmentos terminado en maza. ← Exclusión Las alas presentan venación muy escasa; un solo espolón de las tibias AVES posteriores, oviscapto corto; axilas contiguas en el ápice; últimos segmentos ← Auyentamiento del abdomen retraídos hacia la base; aspecto general rechoncho; reproducción Figura 35. Integración de componentes de control de plagas de la quinua. poliembriónica, dentro del cuerpo del hospedero que lo momifica (Figura Fuente: Elaboración propia 36), desarrollan de 20 a 40 larvas ( Delgado, 1989). 3.1 Métodos de control de plagas insectiles Los métodos de control de plagas insectiles que se abordan son, en su mayoría, resultados de investigación, comprobación y validación, constituyendo componentes compatibles para el manejo de plagas del cultivo de quinua. 56 57 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente próximo a emergencia de adulto. El estado de pupa dura aproximadamente 2 meses (Figura 37D) (Delgado, 1989). A B Figura 36. Larvas momificadas de E. quinoae y adultos de la microavispa C. koehleri. Foto: Pedro Delgado M. Diadegma sp. (Hymenóptera: Ichneumonidae). Endoparasitoide solitario, de 4 a 5 mm de longitud, de color negro, con la parte ventral del abdomen C D de color amarillo limón; antenas largas y finas con más de 20 artejos, primer segmento abdominal finamente peciolado; areola ausente; nervellus inclinado y frente a vena basal, vena cubital no llega al borde del ala; ovipositor alargado no más que el largo del abdomen. Cocón de color blanco, de 4.5 a 5.5 mm de longitud; el estado pupal dura aproximadamente dos meses (Figura 37A) (Delgado, 1989). Deleboea sp. (Hymenóptera: Ichneumonidae). Endoparasitoide solitario, de 4 a 5 mm de longitud, de color negro, antenas filiformes con más de 20 artejos; tórax con finas puntuaciones; areola ausente; dos venas recurrentes; la parte del cúbito entre intercúbitus. Cocón de color blanco en forma de campana, el estado pupal dura de 7 a 8 meses (Figura 37B) (Delgado, 1989). Ichneumónido N. I. (Hymenóptera: Ichneumonidae). Endoparasitoide solitario, de 5 a 5.5 mm de longitud, de color negro; antenas filiformes Figura 37. Representación gráfica de adultos y cocones de avispas parasitoides en quinua Diadegma sp. (A). Deleboea sp. (B). con más de 25 artejos, presente la celda discocubital y trocanteres de dos Ichneumonido N. I. (C). Meteorus sp. (D). piezas, típico de la familia. Cocón de color café oscuro con una franja más clara Fuente: Delgado (1989). en la parte central, de 5.5 a 6 mm de longitud (Figura 37C) (Delgado, 1989). Meteorus sp. (Hymenóptera: Braconidae). Endoparasitoide solitario, Venanus sp. (Hymenóptera: Braconidae). Endoparasitoide solitario de 3 de 3.5 a 4 mm de longitud, de color negro; antenas filiformes con más a 3.5 mm de longitud, de color negro; antenas largas de más de 16 artejos, de 20 artejos; primer artejo abdominal peciolado abruptamente más allá mesonoto sin surcos; abdomen corto con segundo y tercer segmento del margen lateral de la lámina media esclerotizado; ala anterior con dos contiguos, espiráculo del primer segmento abdominal situado en la parte celdas cubitales, areola en forma de cuadrilátero, estigma alar de color lateral del tergo membranoso, oviscapto saliente, aunque no muy largo; amarillo-marrón, vena basal recta, una sola vena recurrente. Cocón blanco- alas anteriores con areola pequeña y triangular no muy cerrada por la vena amarillento transparente cuando recién es formado y amarillo-marrón segunda intercubitus, tercer segmento de vena radial ausente; patas robustas, espolón de la tibia media la mitad del largo del basitarsus; el mesopleuron 58 59 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente presenta una modificación denominada sternaulus (Figura 40C). Cocón de color blanco, de 3.5 a 4 mm de longitud. La duración del estado de pupa es de un mes aproximadamente (Delgado, 1989). Phytomyptera sp. (Diptera: Tachinidae). Endoparasitoide solitario, de 3 a 4 mm de longitud, de color gris a negro, antenas con aristas desnudas, tórax con mesonoto desarrollado, alulas o calypteres bien desarrollados, celda R5 cerrada. Pupario de color café oscuro, de 3.5 a 4.5 mm de longitud. Esta mosca constituye el más importante parasitoide de E. quinoae en la sierra central del Perú (Figura 38) (Rasmussen et al., 2001). Figura 39. Porcentaje total de parasitoidismo natural por año. Puno, 2006-2019. Fuente: Elaborado por Pedro Delgado M. Entre los siete parasitoides Copidosoma koehleri (Figura 40A) presenta una mejor estabilidad poblacional entre cada año y representa el mejor controlador biológico para el control de Eurysacca en Puno, seguido del braconido Meteorus sp (Figura 40B). En el caso de C. koehleri se cuenta Figura 38. Representación gráfica del adulto y cocón con metodología de producción masal en condiciones de laboratorio, de Phytomyptera sp. (Diptera: Tachinidae). Fuente: Delgado (1989). con la finalidad de incrementar la población benéfica a través liberaciones en campo, esta metodología se encuentra disponible para ser difundido Los porcentajes promedios de mortalidad natural de Eurysacca a causa a los interesados. También esta especie puede ser adquirida en la mayoría de los parasitoides, durante los años 2005 al 2019, se muestran en la Figura de laboratorios de crianza de insectos benéficos. 39. Evidenciándose un control biológico natural anual que va de 21 % a 45 % de mortalidad, esto significa un control técnico alto. La tendencia al incremento del parasitoidismo y mayor porcentaje de mortalidad de la plaga, probablemente se deba a que en la actualidad la mayoría de los agricultores practican una agricultura orgánica y no utilizan agrotóxicos, lo que estaría contribuyendo a su resiliencia. 60 61 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B C Existen algunos estudios ecológicos de los carábidos en el altiplano peruano, que han sido tratados por Bravo y Loza (2009) y Loza, et al. (2015). En los últimos años, se exploró la diversidad de las especies de carábidos del Altiplano peruano, donde se identificaron 64 especies, de los cuales 38 constituyen nuevas especies para la ciencia, incrementando el número de especies de la biodiversidad del Perú. Nueve especies han sido individualmente descritas (Delgado y Ruiz Tapiador, 2020a; 2020b; 2019; 2016a; 2016b). La mayoría son espécies endémicas del Altiplano. Los carábidos que inciden en el agroecosistema andino corresponden a 13 especies contenidos en ocho géneros (Tabla 7), de las cuales N. schnusei y N. laevis–bolivianus son las especies más dominantes y de mayor distribución en el cultivo de quinua. Tabla 7. Especies de carábidos que inciden los cultivos andinos en el Altiplano peruano. Figura 40. Representación gráfica de adultos de Copidosoma koehleri Blanchard (Hymenoptera: Encyrtidae) (A). Adulto y cocón de Meteorus sp. (B) y Venanus sp. (Hymenoptera: Braconidae) (C). Género Especie Función ecológica Fuente: Delgado (1989). Notiobia schnusei (Van Emden, 1953) Depredador Notiobia b. Control biológico causado por depredadores nativos Notiobia laevis-bolivianus (Van Emden, 1953) Depredador Carábidos. Los carábidos del Altiplano peruano, tanto adultos como las larvas Bembidion lares Toledano, 2008 Depredador son habitantes del suelo, se refugian bajo piedras o entre los terrones Bembidion Bembidion guzzetti Toledano, 2008 Depredador y son depredadores, cazan principalmente otros insectos plaga, con lo Bembidion bordoni Toledano, 2008 Depredador que contribuyen a controlar sus poblaciones. Los estadios larvales de los carábidos (Figura 41), intervienen en el cumplimiento de procesos ecológicos Incagonum inca (Moret, 1994) Depredador como la regulación biótica, el mejoramiento de la estructura del suelo, Incagonum Incagonum mateui (Moret, 1994) Depredador infiltración y el ciclado de nutrientes. Platynus Platynus punoensis (Perrault, 1990 ) Depredador Blennidus Blennidus peruvianus (Dejean, 1828) Depredador Laemostenus Laemostenus complanatus (Dejean, 1828) Depredador Pelmatellus Pelmatellus amicorum Delgado y Ruiz – Tapiador 2020 Depredador Mimodromius altus Liebke, 1941 Depredador Mimodromius Mimodromius aptinoides (Brullé, 1831) Depredador Fuente: Elaboración propia. En condiciones de laboratorio se evaluó la preferencia alimentaria y capacidad de depredación de la especie N. schnusei. Los resultados nos muestran que esta especie es un potencial depredador de huevos y larvas de las plagas de papa y quinua y semillas de malezas; mostrando una especial preferencia por huevos y larvas de E. quinoae (Figura 42A) y noctuidos (Figura 42B). Figura 41. Estado larval de carábido. Foto: Pedro Delgado M. 62 63 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B A B Figura 42. N. schnusei depredando larvas de E. quinoae (A) y de noctuidos (B). Figura 43. Instalación de refugios artificiales de piedras (A). Ubicación dentro del área de cultivo. Fotos: Pedro Delgado M. Fotos: Pedro Delgado M. Se desarrollaron algunos métodos que permiten mantener poblaciones Introducción de carábidos a lugares sin registro de su presencia. de carábidos en los campos de quinua que contribuyen a controlar plagas, especialmente a estados inmaduros de la polilla de la quinua y al gusano En los últimos años, en muchos lugares del Altiplano, no se tienen registros cortador. de carábidos en los cultivos andinos, probablemente se deba a malas prácticas agrícolas y la utilización de productos químicos. Instalación de refugios: Los carábidos son de actividad nocturna, periodo -2 durante el cual se alimentan y aparean, en el día se encuentran bajo piedras La introducción e incremento de 1 carábido m favorece notablemente en la o terrones donde se protegen de la luz, encuentran humedad suficiente disminución de las plagas de la quinua. Los carábidos se adaptan y dispersan y evitan la exposición a depredadores como aves, anfibios y reptiles. en el lugar asistido, donde colonizan y se reproducen. Las recolecciones El método consiste en instalar simples refugios que pueden ser piedra o de de carábidos pueden ser realizados en campo sin cultivos y presencia de plantas concreto de aproximadamente 10 cm de diámetro y 5 cm de alto con la base silvestres y con piedras de mediano tamaño, donde son abundantes (Figura plana (Figura 43A), ubicadas cerca de las plantas, cada 5 m una de la otra 44A), es recomendable utilizar recipientes plásticos para su recolección (Figura 43B), después del primer aporque en papa y quinua, lo que contribuye y debe ser trasladado, de preferencia, el mismo día de su recolección para a establecer condiciones favorables para que los carábidos permanezcan evitar la presión de población, falta de humedad y alimento que inducen en los cultivos. al canibalismo. Las liberaciones se realizan en los campos de cultivo, en forma manual y disponiéndolos en lugares diferentes, para evitar competencia intraespecífica por el alimento y refugio (Figura 44B). 64 65 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B lenta, dejan de alimentarse y suben a la parte alta de la planta, después se cuelgan con las panojas de las patas traseras y posteriormente se vuelven oscuras debido a la desintegración de los tejidos internos hasta la rotura del integumento, en algunos casos se encuentran las larvas muertas y secas. Los cadáveres de las larvas muertas representan una fuente de inóculo para otras larvas susceptibles presentes en el cultivo. También al avanzar el ciclo de cultivo, tanto el agua de lluvia, como las larvas caídas, transportan las partículas virales hasta el suelo, donde permanecen y serán el inóculo inicial para futuras infecciones (Delgado, 2018a; 2020a). La dispersión del inóculo ocurre por medio de factores abióticos y bióticos. Los factores abióticos más importantes son el viento, lluvia, riego, labores, culturales, entre otros y los factores bióticos como parásitos, depredadores, adultos del hospedante, detritívoros y aves. Figura 44. Recolección (A) y liberación de carábidos en campos de quinua (B). Persiste en el ambiente, principalmente sobre la planta y en el suelo, Fotos: Pedro Delgado M. constituyendo una fuente de inóculo para las siguientes generaciones de la plaga. La persistencia está condicionada por la radiación solar y el fotoperiodo, c. Control biológico ocasionado por microorganismos nativos que son muy importantes para preservar la actividad biológica del VPN, esto debido a que la luz ultravioleta mata las partículas virales. En algunos casos, En campos de quinua del Altiplano peruano, se reportan larvas muertas la temperatura del suelo por encima de 28 °C, disminuye la sobrevivencia por agentes microbiológicos nativos, caracterizadas por la coloración del virus. y turgencia del cuerpo de la víctima. Dentro de ellas se destacan a virus de la poliedrosis nuclear (VPN), virus de la granulosis (VG) y la bacteria Bacillus Su carácter biológico hace que sea totalmente compatible con otros enemigos thuringiensis (Bt). Durante los años 2016 a 2018 , la infección natural del VPN naturales, respetando sus ecosistemas y que no genere resistencia. Los virus en C. turbata fue de 11.85 % y, en mucho menor porcentaje, en E. quinoae pueden ser utilizados en combinación con la liberación de parásitos y/o (0.85 %); además se registró que VG solo afecta al 5.9 % de la población de C. depredadores, así como otros agentes que atacan a los insectos plaga. turbata y Bt que ataca solo a E. quinoae, afectando al 0.26 % de su población (Delgado, 2018a; 2020a). El efecto de los entomopatógenos mencionados alcanzan un importante porcentaje de control natural, probablemente por la resiliencia del agroecosistema y favorecido por la poca aplicación de productos químicos sintéticos, abriendo una nueva alternativa para ser incluidas dentro las estrategias de control sostenible de plagas de la quinua mediante la producción y aplicación de microorganismos. Virus de la poliedrosis nuclear Los virus entomopatógenos son microorganismos que se multiplican en los tejidos de los insectos hasta ocasionar su muerte (Figura 45). Son parásitos intracelulares obligados, pues no pueden reproducirse fuera de la célula huésped, ya que necesitan un organismo vivo para su multiplicación y diseminación (Alves, 1986; Lecuona, 1995). Figura 45. Noctuidos infectados con virus de la poliedrosis nuclear. En campos de cultivo de quinua, los síntomas de infección de las larvas Foto: Pedro Delgado M. por afectadas por VPN se observan manchas en el integumento y la piel, con un tono amarillento y apariencia oleosa, la larva muestra movilidad 66 67 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente Recolección de larvas infectadas: Se pueden recolectar larvas enfermas A B en los diferentes estados de desarrollo de la planta, especialmente en grano lechoso, durante la madurez fisiológica de la planta. Su recolección puede ser manual, sin embargo es preferible utilizar pinzas para recogerlas individualmente y disponerlas en envases pequeños y limpios, preferible tubos eppendorf de 1 cm3 (Figura 46A). Almacenamiento: El almacenamiento debe ser en recipientes bien cerrados y confinados en una caja que contenga un mayor número de larvas infectadas, como los porta eppendorf (Figura 46B) y en condiciones de sombra, a bajas temperaturas, por debajo de 5 °C para prolongar su viabilidad, que en estas condiciones puede ser mayor a un año. A B C D Figura 46. Recolección de entomopatógenos en campo (A) y almacenamiento de entomopatógenos (B). Fotos: Pedro Delgado M. Producción artesanal de VPN: su producción, en formulación líquida, Figura 47. Trituración de VPN (A), disolución (B), mezclado (C) y aplicación en campos con cultivo de quinua. se obtiene mezclando el VPN con agua fría, previamente hervida, Fotos: Pedro Delgado M. que permite conservar las propiedades insecticidas y estabilidad durante su almacenamiento. La formulación se obtiene mediante el triturado Aplicación en campo de quinua: Se recomienda aplicar cuando la población de dos larvas infectadas con un poco de agua limpia, utilizando un mortero, de gusano cortador sea mayor a una larva por planta y en el caso de la polilla que posteriormente se diluye en 100 cm3 de agua, este formulado se vierte de la quinua sea mayor a siete larvas por planta. Es conveniente realizar con un tamiz a una mochila de 15 L de agua, adicionando 50 g de azúcar rubia la aplicación a primera hora de la mañana o última de la tarde, si fuera como pegante (Figura 47A, 47B, 47C y 47D). Es conveniente preparar el VPN necesario, repetir otra aplicación siete días después de la primera. antes de su aplicación y hacerlo bajo la sombra para evitar su inactivación por la acción de los rayos ultravioleta (Delgado, 2018b; 2020a). Los síntomas de infección en las larvas aparecen entre el tercer al cuarto día posterior a la aplicación. Inicialmente se observan manchas en la piel, con un tono marrón y apariencia oleosa, luego la larva reduce su movilidad, dejan de alimentarse, presenta mayor flacidez y suben a la parte alta de la panoja de quinua, donde se cuelgan de las patas traseras y posteriormente se vuelven oscuras debido a la desintegración de los tejidos internos. 68 69 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente Respecto al efecto en insectos no objetivo, los resultados nos indican que la 3.1.2 Control etológico de insectos plagas competencia entre parasitoides y entomopatógenos de las plagas depende de la oportunidad de acción de cada uno de ellos. Si la larva de lepidóptero El control etológico consiste en utilizar técnicas de captura o mortandad huésped es infectado antes de la parasitación de especies de Hymenóptera, de insectos plaga, mediante las cuales se aprovecha el comportamiento las larvas parasitoides siempre mueren; pero, si el entomopatógeno infecta del insecto para su control. el huésped después de la parasitación, entonces la mayoría sobreviven. En general, los insectos responden a diferentes estímulos, entre ellos están la luz, El efecto del VPN infectado en larvas de plagas (presa) es nula en los los colores, la humedad y los olores. La evolución en el comportamiento de las depredadores coleópteros de las familias coccinellidae y carabidae (Delgado, especies insectiles ha sido uno de los factores ventajosos para que las plagas 2018b; 2020a). hayan tenido relativo éxito. Para el desarrollo de los insectos deben intervenir Bacillus thuringiensis (Bt) una serie de agentes químicos de origen natural generadas por los insectos o por las plantas. Estas sustancias químicas que regulan el comportamiento Dentro del control microbiológico aplicado en E. quinoae, el uso de la de las especies son denominadas semioquímicos. bacteria Bt es relevante, una aplicación de este producto que se comercializa con diferentes nombres en el mercado ocasiona una mortalidad de más de 70 Como interacción intraespecífica tenemos a las feromonas que son sustancias % de larvas. El modo de acción de Bt está basado en la ingestión del complejo químicas emitidas por una especie y modifican el desarrollo o comportamiento espora-cristal por parte de los insectos susceptibles. Una vez que el cristal de la misma especie. Se clasifican en: feromonas sexuales, feromonas de alarma, es ingerido por un insecto, se disuelve por su alta alcalinidad del mesenterón feromonas de rastro, feromonas de agregación y feromonas epideicas (únicas (intestino medio) y paralelamente se digiere por las proteasas de la bacteria feromonas que repelen). para que, de esta forma, se libere un fragmento altamente tóxico llamado Las feromonas son compuestos químicos producidos y liberados por los delta-endotoxina, ocasionando la muerte del insecto al cabo de pocos insectos para comunicarse. Las feromonas sexuales son producidas y liberadas días. El producto es específico para controlar larvas de lepidópteros. En la principalmente por la hembra para atraer al macho y aparearse; son muy utilización de estos productos es importante considerar el pH (6 a 7) del agua específicas, por lo que actúan sobre un pequeño grupo de insectos; son gaseosos, utilizada en la preparación y asperjado (Delgado, 2018a; 2020a). que los permite actuar a grandes distancias. En campos de quinua se han recolectado cepas nativas de Bt, que presentan a. Trampas con feromonas sexuales para control de lepidópteros las mismas características mencionadas (Figura 48A y 48B) y en la actualidad vienen siendo estudiadas para su posterior aplicación en campo. Tienen como cebo atrayente la feromona sexual químicamente sintetizada adherida a pequeños corchitos de jebe, entendiendo que los atrayentes A B sexuales son muy poderosos en cada especie y que son secretados por las hembras para atraer a los machos y que por lo tanto serán solamente los machos que caigan en la trampa (Bravo, 2010). En la actualidad se tiene identificado y producidos sintéticamente diferentes feromonas sexuales de diferentes especies plaga del cultivo de quinua: Eurysacca quinoae, Spodoptera frugiperda, Spodoptera exigua, Helicoverpa eridania, entre otros. Las feromonas formuladas comercialmente vienen preparadas para su uso, generalmente están impregnadas en pequeñas estructuras de jebe que va liberando gradualmente la sustancia (Figura 49A y 49B), pero sin la trampa. Existen diferentes diseños de trampas, que depende del propósito de su uso. Sin embargo, la más simple es utilizando los envases plásticos descartables de las gaseosas o envases de plástico de productos de limpieza, conocidos como “galoneras”, para ambos es el mismo diseño, se apertura dos ventanas Figura 48. Larvas de lepidópteros infectados con B. thuringiensis. Fotos: Pedro Delgado M. en la parte superior de aproximadamente 3 x 10 cm, para que la feromona, que se coloca colgada en el interior y superior pueda actuar por su carácter 70 71 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente volátil, en la base y hasta el borde de las ventanas se puede colocar agua La eficiencia de una feromona en campo es de alrededor 30 m de radio con detergente para capturar los adultos plaga, teniendo que incrementar y tiene una duración no mayor a tres años, siempre y cuando la feromona el agua para evitar la fuga de los insectos. Las trampas se colocan a la altura después de usada en campo sea envuelta en papel aluminio y almacenada del cultivo (Figura 49C y 49D). a bajas temperaturas. Las trampas con feromonas sexuales se pueden usar para tres propósitos: El uso de feromonas viene generado mucho interés como herramienta i) para detección y monitoreo, trampas con feromonas son instaladas de control y monitoreo dentro de los programas de MIP, que combinada en el campo del cual se obtiene información precisa y confiable sobre con métodos de control biológico pueden coadyuvar al manejo sostenible el tamaño de la población plaga, el momento cuando aparece y de esta de plagas. Es importante destacar que las feromonas son de bajo impacto manera tomar la mejor decisión para el control de la plaga, ii) para trampeo ambiental y que tienen además la particularidad de no generar resistencia masivo, se usan las mismas trampas que para el monitoreo; la diferencia en las poblaciones de insectos plaga. está en que la cantidad de trampas es mucho mayor y iii) para confusión, es la práctica más utilizada a nivel mundial. La feromona sexual se difunde b. Trampas de luz nocturna para el control de adultos de noctuidos por todo el ambiente impidiendo que el insecto objetivo realice la copulación, Algunas especies de insectos son atraídas por fuentes artificiales de luz durante disminuyendo los niveles de reproducción al no encontrar a las hembras. la noche, hasta donde se conoce este fenómeno no tiene una explicación científica comprobada. Los adultos de noctuidos y otros pocos grupos tienen A B este comportamiento. La trampa de luz nocturna consiste en un dispositivo que cuenta con un tubo fluorescente, que al estar encendido durante la noche atrae a las mariposas o polillas de hábito crepuscular y nocturno. Es una estructura con paletas en las que chocan, un embudo donde caen y un envase que las colecta para su control (Figura 50A y 50B). Pueden ser usados como medida de detección o control directo, así reducir la posibilidad de desarrollo y multiplicación de la plaga. Se instalan a una altura de 1.5 m a más, se instalan de manera que no atraigan insectos hacia la instalación. A B C D Figura 50. Trampas de luz instaladas en los campos de cultivos para el control de noctuidos (Ay B). Figura 49. Feromona sexual de lepidópteros (A y B) y trampas con feromona sexual en envases de plástico (C y D). Fotos: Pedro Delgado M. 72 Fotos: Pedro Delgado M. 73 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente c. Trampas cromáticas amarillas los vienen cultivando en sus propios jardines, son fáciles de preparar y aplicar y finalmente sirve de apoyo a la independencia de los campesinos. Son trampas que representan un método eficaz para la detección, conteo En la Tabla 8, se presenta las características de algunas plantas biocidas y/o y control de plagas aladas en cultivos. Se trata de unos paneles de color repelentes. Las más efectivas en el control de plagas de la quinua fueron amarillo, sujetado con dos parantes, recubiertos en ambos lados por una “ajenjo”, “camasayre” (Figura 52A), “muña” (Figura 52B) y “altamiza” (Figura cola adhesiva, también conocida como goma entomológica, que es repelente 52C), que pueden ser mejorados al ser combinados. al agua y que no se derrite con altas temperaturas (Figura 51A y 51B). En el cultivo de quinua las trampas amarillas son especialmente eficaces Tabla 8. contra mosca minadora, pulgones, trips, entre otros. La información Algunas plantas biocidas y/o repelentes, sustancias activas, preparación y efecto. recogida del conteo permite determinar una adecuada estrategia de control de manera anticipada. Son recomendables de dimensiones de 20 x 25 cm y Nombre Nombre Sustancia Partes a Preparación, proporciones, común científico activa utilizar aplicaciones Efecto deben ser instalados entre las plantas y a una altura no muy superior al de la planta, principalmente en las primeras fases de desarrollo. Existe el riesgo Hervir 500 g de planta seca Abstinol Hojas, de atrapar además insectos benéficos como polinizadores y parasitoides. Artemis en 5 L de agua por 30 min. (Tanacetona) tallos Insecticida, “Ajenjo” absinthium Diluirlo en 30 L de agua y Abstinina (planta fungicida, aplicarlo frio el mismo día de (Glucósido) entera) A B preparación. Hervir 500 g de hojas secas Nicotiana en 5 L de agua por 30 min. Insecticida, Nicotina y Planta “Camasayre” undulata Diluirlo en 30 L de agua y fungicida, alcaloides entera aplicarlo frio el mismo día de herbicida preparación. Hervir 500 g de hojas secas Acidos Minthostachis en 5 L de agua por 30 min. volátiles Hojas, Repelente, “Muña” mollis Diluirlo en 30 L de agua y aceite tallos fungicida aplicarlo frio el mismo día de escencial preparación. Hervir 500 g de hojas secas Franseria Hojas, en 5 L de agua por 30 min. Coronofilina, Repelente, “Altamiza” artemisioides tallos y Diluirlo en 30 L de agua y damsina antibacteriana semillas aplicarlo frio el mismo día de preparación. Figura 51. Trampas amarillas en campos de cultivo (A y B). Fotos: Pedro Delgado M. Hervir 50 g de semillas en 1 Capsicum Capsicina y L de agua. Diluirlo en 30 L de “Rocoto” Semillas Insecticida d. Plantas repelentes y/o biocidas pubescens alcaloides agua y aplicarlo frio el mismo día de preparación. El uso de plantas para controlar plagas y enfermedades constituye Fuente: Delgado (2004). una herramienta que se inserta perfectamente en el manejo integrado de plagas para la práctica de una agricultura sostenible, que sea a la vez acorde a las nuevas corrientes de preservación y conservación del ambiente (Delgado, 2004). Es innegable reconocer las múltiples ventajas de las plantas con propiedades biocidas y/o repelentes como son: no producen residuos tóxicos en el producto y el ambiente en general, son de bajo costo en su preparación y uso, son relativamente fáciles de conseguir ya que existen en los campos de los agricultores y mejor aun cuando muchos de los agricultores 74 75 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B C 3.2.2 Control cultural El control cultural para el manejo de mildiu en quinua consiste en la utilización de las prácticas agrícolas ordinarias, que son tratadas específicamente en el ítem 2.2. Son primordialmente usadas con el propósito de contribuir a prevenir los ataques de diferentes plagas, como es el caso de enfermedades de las plantas; además son usadas para hacer el ambiente menos favorable para su desarrollo, destruirlos o disminuir sus daños. La adecuada aplicación de las prácticas agrícolas con estos fines requieren de conocimientos sobre la fisiología y fenología de la quinua y de sus características agronómicas, de las prácticas agrícolas propias del cultivo y el conocimiento de la biología de las plagas, su comportamiento y su ocurrencia/incidencia estacional. 3.3 Métodos de control de malezas En el cultivo de quinua, las estimaciones de pérdidas mencionadas quedan cortas. En la actualidad se vienen generando métodos de manejo de malezas basados en el conocimiento de los factores que condicionan su abundancia, en las prácticas Figura 52. Plantas biocidas y /o repelentes utilizadas para el control de plagas. Camasayre (A), muña (B) y altamisa (C). de control cultural (mencionadas en el ítem 2.3) y en las consecuencias ecológicas Fotos: Pedro Delgado M. y sociales de dichas prácticas. En este entorno, el manejo integrado de malezas puede ser definido como un proceso de toma de decisiones que conjuga diferentes tecnologías 3.2 Métodos de control de enfermedades con información ambiental y conocimiento sobre la biología y ecología de las malezas 3.2.1 Hongos antagonistas y el cultivo de quinua. Los hongos antagonistas son componentes naturales del suelo, uno de Es crítica la presencia de malezas en las primeras etapas de crecimiento la quinua, los géneros más importantes en el control de plagas es Trichoderma que actúan algunas especies como “chiriro”, “mata conejo” y “bolsa de pastor” pueden superarlo contra un amplio rango de hongos fitopatógenos. Son los más utilizados debido en crecimiento, por lo que es necesario controlarlos tempranamente, sin un manejo a su ubicuidad, facilidad para ser aislados y cultivados; no afectan a las plantas adecuado la maleza compite por luz, agua y nutrientes, esto da como resultado plantas superiores (Gómez et al., 2013). de quinua pequeñas, débiles y consecuentemente se obtendrá baja producción. Uno de los hongos antagónicos nativos de altiplano peruano, que se están El manejo de las malezas no es una serie de reglas complejas y estrictas, sino una guía estudiando para su producción y uso para el control de mildiu son del género a seguir bajo circunstancias particulares y únicas de cada campo que consiste en combinar Trichoderma, que en condiciones naturales reducen la incidencia en el cultivo información acerca de los factores biológicos, culturales y abióticos, que determinan de quinua. La utilización de hongos antagonistas, implica varios procesos para la abundancia y el impacto que puedan ocasionar. Por ello se utilizan todas las estrategias su producción masiva. En el mercado nacional existen diferentes productos de control conocidas, con el objeto de reducir sus poblaciones a niveles que no ocasionen con esta materia activa biológica que han sido certificados para su uso daño económico. y aplicación en campo, previa evaluación de la incidencia y perseverancia de la Las estrategias de control cultural son explicadas claramente en el capítulo respectivo, enfermedad. sin embargo, se complementa esta información con algunas prácticas: Los hongos antagónicos, como Trichoderma, actúan mediante diferentes 3.3.1 Fecha de siembra procesos como: i) Antibiosis, que es el proceso mediante el cual el organismo antagónico inhibe directamente o mata a otros organismos como el mildiu, La fecha de siembra puede influir directamente en la capacidad competitiva ii) Competencia, se define como los efectos dañinos, debido a la utilización del cultivo. Las plantas que emergen primero en el campo tienen mejores de un mismo recurso del medio ambiente, que pueden ser nutrientes, oxígeno ventajas competitivas que las emergidas más tarde. Para esto, se debe y espacio y iii) Micoparasitismo, incluye una gran variedad de interacciones conocer bien las especies de maleza presentes, con la finalidad de adelantarse que ocasionan daños morfológicos como, cobertura de las hifas del hongo a su emergencia y que la quinua esté fuerte y establecido cuando aparezcan patógeno, penetración y parasitismo directo por la producción de haustorios masivamente las malezas. De lo contrario, si las malezas emergen antes que las y lisis de una hifa por otra. plantas de quinua, nos permite efectuar controles mecánicos dirigidos. 76 77 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente 3.3.2 Control mecánico y manual La rotación de cultivos modifica el ambiente en el cual el complejo de malezas tiene que competir, de manera tal que algunas especies no sobrevivan y otras Una buena preparación mecánica del suelo es el inicio de un buen control no tengan la oportunidad de dominar. Esto debido por el cambio de la secuencia de malezas (Figura 53A). Las primeras lluvias ocasionan la germinación de cultivos que ayuda a prevenir la ocurrencia a alguna especie de maleza y emergencia de malezas, en ese momento es recomendable el uso de rastra en particular. Ciertas malezas tienden a asociarse con determinados cultivos, si el para eliminar estas primeras poblaciones de malezas, antes de la siembra de la mismo cultivo se desarrolla continuamente durante varios años, estas malezas quinua. Durante el desarrollo del cultivo, el control es más complicado, pudiendo pueden alcanzar altas poblaciones. El cambio a un cultivo diferente interrumpe entonces ser controladas manualmente durante el surcado y complementado este ciclo y cambia la presión de selección por determinadas especies. con jornadas de desmalezado (Figura 53B). A B A B Figura 54. Campos en rotación en sistema de “aynokas” (A y B). Figura 53. Preparación mecánica de suelo (A) y desmalezado (B). Fotos: Pedro Delgado M. Fotos: Pedro Delgado M. 3.4.2 Barbecho o descanso 3.4 Control cultural de insectos, enfermedades y malezas Se denomina barbecho a la técnica por la cual una parcela se deja sin sembrar El control cultural de plagas en el cultivo de quinua involucra una serie de técnicas o cultivar durante uno o varias campañas agrícolas, con la finalidad de recuperar que permiten un manejo preventivo de plagas (insectiles, enfermedades y malezas) y almacenar materia orgánica y humedad, además de evitar plagas esperando con estrategias que involucran a todo el sistema de cultivo. Pueden ser ejecutadas a que sus ciclos terminen sin poder volver a multiplicarse debido a la falta en forma integral ya que los componentes son compatibles. de hospederos disponibles. Es una técnica muy usada en la rotación de cultivos 3.4.1 Rotación de cultivos por agricultores que buscan que se repongan los nutrientes y la composición química del suelo y evitar las plagas antes de otra campaña agrícola, La rotación es la sucesión de diferentes cultivos dentro del mismo campo a través para que naturalmente se pueda restaurar el equilibrio de los elementos del tiempo. Es uno de los componentes vitales de la agricultura sostenible, que componen el suelo. Durante el tiempo que permanece sin cultivar, el suelo tiene como objetivo, mantener y aumentar la productividad del suelo, controlar es sometido a una serie de labores con objeto de mejorar su predisposición en forma ecológica las plagas (insectiles, enfermedades y malezas) y diversificar al cultivo de quinua. la producción. La secuencia de rotación recomendada para el altiplano es: tubérculo-quinua-cereal-leguminosa. 3.4.3 Preparación del suelo El sistema de “aynokas”, ancestral sistema de producción comunal organizada, La preparación del suelo es una de las labores más importantes de la cual favorece idealmente la protección de cultivos, al realizar la producción en áreas depende en gran parte el éxito del cultivo. Esta labor puede realizarse con tractor, mayores desfavoreciendo la dispersión y propagación de plagas (Figura 54A y yunta o manualmente (Figura 55A y 55B). La preparación del suelo debe 54B). realizarse en forma oportuna (entre los meses de junio a setiembre) y adecuada 78 79 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente (profundidad entre 20 a 30 cm) para lograr mejores condiciones agronómicas A B y exponer los estados inmaduros de plagas a la acción de factores adversos al desarrollo vital (exponerlos al frío, desecación y a la acción de enemigos naturales como insectos depredadores y aves silvestres depredadores y granívoros). A B Figura 56. Siembra de quinua (A) y población de plantas de quinua (B). Fotos: Pedro Delgado M. 3.4.5 Abonamiento Los abonos orgánicos como el estiércol procesado, guano de islas y compost aplicados al suelo favorecen a las propiedades físicas, químicas y biológicas Figura 55. Preparación de suelo con animales (A y B). del mismo. Las aplicaciones de estos abonos constituyen la fuente de nutrientes Fotos: Pedro Delgado M. disponibles para la planta, que permitirá obtener plantas vigorosas que puedan 3.4.4 Siembra tolerar diversos factores adversos, entre ellos las plagas. Es la práctica de colocar la semilla en cantidad y distribución adecuada de tal El efecto de los abonos orgánicos en el suelo se expresa con mejorar forma que encuentre condiciones óptimas para su germinación (Figura 56A). la estructura, permite la disponibilidad de nutrientes y lo más importante, Generalmente las siembras se efectúan entre septiembre a octubre, para contribuye en la retención de la humedad del suelo, facilitando el desarrollo aprovechar las lluvias. normal del cultivo. Es recomendable la incorporación de estiércol entre 4 a 10 t ha-1, debido a la escaza disponibilidad de este insumo queda recomendar el uso La densidad de siembra recomendada es entre 10 – 12 kg ha-1 de semilla, a un de guano de islas entre 2 a 4 t ha-1 (Figura 57A y 57B). El estiércol de ganado distanciamiento entre surcos de 40 a 50 cm, a fin de obtener una población debe ser procesado. Se tiene evidencias que el estiércol no procesado tiene de plantas idónea (200 a 300 mil plantas por ha). A mayor población de plantas la probabilidad que contengan semillas viables de malezas que ponen en riesgo se crean microclimas que favorecen el desarrollo de insectos y enfermedades de su presencia compitiendo con el cultivo de quinua. perjudiciales (Figura 56B). El espaciamiento entre surcos y entre plantas de quinua juega un rol importante en el manejo de malezas del cultivo. Al tener altas densidades, se mejora la competencia del cultivo en contra de las malezas. El espaciamiento mayor permite un buen control mecánico y presenta las facilidades para realizar estas labores sin dañar las plantas. Se recomienda el uso de semilla certificada o por lo menos seleccionada, para garantizar la producción, ya que muchas veces las enfermedades son transmitidas a través de las semillas. 80 81 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente A B A B Figura 57. Abonamiento con estiércol (A) y con guano de islas (B). Figura 58. Raleo (A) y aporque (B) de plantas de quinua. Fotos: Pedro Delgado M. Fotos: Pedro Delgado M. 3.4.6 Raleo 3.4.8 Cosecha El raleo se realiza junto con el deshierbe (Figura 58A). Sirve para conseguir Es una de las etapas más delicadas de la producción de quinua. La cosecha una densidad uniforme, y óptimo de la quinua, eliminando plantas enfermas, debe realizarse con la debida oportunidad para evitar tanto del ataque de aves débiles o atípicas. La finalidad es obtener una densidad final de 30 a 40 plantas y presencia de granizadas y por consiguiente el desgrane, como también m-2 (300 a 400 mil plantas ha-1), que permite un desarrollo deseable en la planta del deterioro de la calidad del grano por los factores ambientales. La cosecha y no permitir un microclima que favorezca el desarrollo de plangas. generalizada de este cultivo es manual, aunque en los últimos años es notorio 3.4.7 Aporque la mecanización de la cosecha; la siega manual se realiza con hoz, se corta a una altura desde el suelo entre 20 a 30 cm (Figura 59). No es recomendable arrancar Es una técnica que consiste en acumular tierra en la base del tallo de las plantas las plantas con las raíces, debido a que la tierra se mezcla con el grano durante de quinua (Figura 58B), con el fin de proveer a las plantas varias ventajas: la trilla, disminuyendo la calidad del producto. oxigena el suelo, impide quema por helada o sol, evita la contaminación por enfermedades, favorece el desarrollo de las raíces en el suelo, facilita el abonamiento de las plantas, favorece el crecimiento vertical de las plantas y permite la eliminación de gusanos de tierra y de malezas. El proceso de aporque en quinua se puede realizar de manera manual, semimecánica, mecánica o con tracción animal; esto siempre dependerá del crecimiento. Se lleva a cabo después de que la planta emerja y tenga entre 10 y 15 cm de altura. Figura 59. Siega de quinua con el uso de hoz. Foto: Pedro Delgado M. 82 83 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente 3.4.9 Almacenamiento b. Cinta vibradora: Estas cintas son ubicadas a una altura de 20 cm por encima de las panojas, las cuales están sostenidas entre dos postes de madera, Almacenar la quinua a una humedad de grano no mayor al 12 % y en con un distanciamiento de 2 m de alto. (Figura 60B) (Delgado et al., 2014; ambiente con poca humedad, limpio y adecuadamente ventilado para evitar Delgado, 2016b). plagas y mantener la calidad. En lugares que se presenten plagas insectiles, es recomendable el uso de ramas de “muña” para repelerlos. A B 3.4.10 Métodos de control de aves plaga En general, se han desarrollado técnicas para el control y manejo de poblaciones de aves consideradas plagas: • Técnicas de exclusión: Mediante el uso de mallas antipájaros, que en la actualidad pueden ser adquiridos en comercios especializados y los hay de diferente dimensión, calidad, característica y precio. • Técnicas de ahuyentamiento: Las técnicas de control utilizados por agricultores desde hace mucho tiempo, que en la actualidad prevalecen en algunas zonas, como los pajareros, maniquí espantapájaros, el látigo común, recipientes de aluminio colgados con piedras en su interior y plásticos amarrados a las plantas no han tenido los resultados deseados ya que las aves acaban acostumbrándose a ellos. Sin embargo, las técnicas de utilizar, fuegos pirotécnicos, cañón de gas y últimamente la utilización de aparatos Figura 60. Instalación de las alternativas: Banderines plásticos negros y brillantes (A) y cinta vibradora (B). Fotos: Pedro Delgado M. de sonidos y ultrasonidos. • Técnicas letales: Entre las más antiguas técnicas letales están las escopetas, 3.4.12 Exclusión las trampas, productos químicos avicidas, uso de anticonceptivos y el Malla antipájaros de uso agrícola (Figura 61), compuesto de monofilamentos control biológico a través de predadores (cetrería) han mostrado resultados de polietileno con una luz de 25 x 25 mm. (aunque existen de diferente alentadores. Otro método, es la introducción de organismos patógenos con dimensión y depende de las aves presentes en la zona a instalarse). La instalación efectos específicos para la especie determinada. de la malla se realiza en forma de cajón, a fin de evitar el ingreso de aves por las • Técnicas preventivas: Su fundamento descansa en el conocimiento que se partes laterales. tenga de la ecología y de los hábitos de las especies que se trate. En el control de aves plagas en el cultivo de quinua, depende de cada situación en particular, de la especie a controlar, del número de ejemplares y de su vinculación al lugar que queremos proteger. Sin embargo, se presentan alternativas probadas para ser incluidas dentro de un futuro plan de manejo integrado de aves plaga del cultivo de quinua: 3.4.11 Ahuyentadores mecánicos a. Banderines plásticos de color negro y metálicos brillantes: estas bandas confeccionadas artesanalmente, se colocan al contorno de la parcela, con una diagonal entre ambas esquinas de la parcela, sostenidas por cañas de carrizo por todo el perímetro a proteger y por lo menos 100 m2, a manera de cuadriculas de 10 x 10 m, las bandas o banderines deben ser colocadas a 15 cm por encima de la panoja; la forma de los plásticos son de diferentes formas, pero preferentemente rectangular de 20 cm de largo por 8 cm de ancho, sostenidas en rafia, con un distanciamiento de 20 cm entre bandas Figura 61. Instalación de malla antipájaros en campos de quinua. Foto: Pedro Delgado M. (Figura 60A) (Delgado et al., 2014; Delgado, 2016b). 84 85 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente Para la instalación de la malla se procede de la siguiente forma: a) marcado A B de campo, con la finalidad de sincronizar los agujeros que soporten los listones (Figura 62A), b) elaboración de agujeros de 0.3 m de profundidad y 0.3 m de diámetro (Figura 62B), c) instalación listones de madera de 2 x 2 pulg de 3.0 m de alto, hundidos al suelo hasta 0.3 m. Cada listón de apoyo se instala de 7 a 10 m entre sí, los del borde aseguradas con estacas hundidas de 0.5 m y aseguradas con alambre (Figura 62C), d) sujetado entre los listones, se puede realizar con alambre común o galvanizado (Figura 62D) y, e) instalación y despliegue o tendido de la malla en forma de cajón (Figura 62E y 62F), de tal forma que no permita el ingreso de aves (Delgado et al., 2014; Delgado, 2016b). C D E F Figura 62. Marcado de campo (A) y hoyos (B) para la instalación de segura en parantes (C y D). Instalación y asegurado de parantes (E) y tendido de malla (F). 86 Fotos: Pedro Delgado M. 87 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente 3.4.13 Instrumentos electrónicos para ahuyentar Los instrumentos electrónicos por sonidos son repelentes sónicos, emiten sonidos de alta y baja frecuencia. A través de un equipo sencillo se graban diferentes ruidos de alta y baja frecuencia, preferentemente de depredadores naturales que los hay en cada zona y mediante altavoces se difunden los ruidos al área a proteger (Figura 63A y 63B). Los equipos pueden ser adquiridos o confeccionados para cubrir pequeñas áreas hasta 12 hectáreas (Delgado et al., 2014; Delgado, 2016b). A B 4 Figura 63. Instalación de aparato sonoro electrónico en campos de quinua. Fotos: Pedro Delgado M. De acuerdo a los resultados obtenidos en el sur del Perú, existe una diferencia en la efectividad. El enmallado constituye el mecanismo más efectivo en el control de daños ocasionados por aves plaga (99 % de efectividad), expresado en la exclusión de las aves del cultivo y protección del grano de quinua. El uso de aparatos sonoros constituye la segunda mejor opción para el control de aves plaga en el cultivo de quinua (93 % de efectividad), este porcentaje es considerado medianamente efectivo. La efectividad de este tratamiento está basada en que, mediante los sonidos e intervalos que produce, no tiene un efecto en todas las especies. Generalmente el grupo de las palomas son las más susceptibles y tienden a huir, aunque se ha observado que algunas de ellas terminan por acostumbrase, sin embrago el grupo de gorriones, por su agilidad, tienden a ocultarse y al verificar que no existe riego vuelven a la planta (Delgado et al., 2014; Delgado, 2016b). 88 89 Instituto Nacional de Innovación Agraria Manual técnico: Plagas de la quinua, manejo integrado para una agricultura sostenible y resiliente 4. Referencias Delgado, P. (2020a). Desarrollo de la tecnología de control microbiológico de plagas en los sistemas agroecológicos de quinua en el altiplano peruano. Informe de proyecto PNIA. Aduanas (2019). Estadísticas de Comercio Exterior. Lima. Recuperado a partir de http://www. Delgado, P. (2020 b). 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